Capitulo 3: Explicaciones

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Llegué lo más rápido a casa, subí las escaleras a toda prisa y entre a la habitación de mamá, como siempre su cara palida denotaba cansancio,  al igual que esas bolsas debajo de los ojos, moradas a más no poder, sus labios secos y agrietados,  voy hasta ella y la abrazo, me abraza también y me besa el pelo -mi niña, lo conseguiste ¿cierto?- me despego de ella y veo que tiene sus ojos cristalizados -si, lo conseguí,  mamá la casa es increíblemente hermosa,  tienen muchas flores, una pileta... parece casa de princesa-  mamá sonríe -estoy orgullosa de ti... sobre las horas, ¿a que horas debes asistir?- dejo de sonreir, como le digo que es 24/7, que tengo que vivir allí,  y lo mas importante, que ella se debe ir a un conservatorio -hija ¿que sucede?- suspiro y me armo de valor,  es ahora o nunca- mamá,  lo que pasa es que...- la miro a los ojos - el trabajo es 24/7, me tengo que ir a vivir a esa casa- ella sonríe - eso no me preocupa,  se que estarás bien hija- -pero tu me preocupas a mi, entiende estás enferma y aún asi trabajas y nos mantienes a las dos, por eso he hablado con Valeria y hemos llegado a un acuerdo- no entiende a lo que me refiero -te irás a un conservatorio,  donde tendrás asistencia 24/7 a cargo de profesionales, es el mejor y creo que te hará bien- wow siento una pena enorme en mi pecho, ahora que lo pienso, no la veré por un largo período, siento que las lágrimas amenazan por salir -hija, tranquila,  si piensas que está bien, de acuerdo,  no te voy a odiar por eso, después de todo es por una buena causa- me abraza y yo rompo en llanto, las lagrimas corren y corren, no cesan - bien y ¿cuando nos vamos?- me seco la nariz con la manga de mi chaleco -bueno, mañana mismo- -entonces, ¿que estamos esperando? - ambas se secan las lagrimas, van cada una a su habitacion y la tarde transcurre en ropa y maletas.

Estaba revisando unas cuentas en mi oficina, cuando en eso irrumpe Heimish con una vandeja -señora, le he traido su té- aparto los papeles del escritorio y el deposita una taza, yo la cojo y bebo de ella -señora ¿aun tiene pensado traer a esa niña a esta casa?-  dejo la taza suspendida en el aire y lo miro -Heimish, se que llevas años en esta casa, pero no olvides tu posicion- sigo bebiendo de mi té -lo siento señora, no era mi intencion ser imprudente- hace una reverencia y se marcha, cierra la puerta tras de si, ese anciano puede ser muy cascarrabias a veces, pero tambien es un buen consejero, vere como funciona la chica, con respecto a mi hijo.

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