En la Vida

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Cuando eres pequeño y preguntas...Mamá, papá ¿por qué debo estudiar? Te dicen:

"Estudia, para que seas alguien en el futuro, para que puedas ir a la Universidad y obtener un buen trabajo, esfuérzate como ningún otro u otra lo ha hecho, para que sobresalgan tus méritos y tengas éxito en la vida."

Y creces con esa idea.
Al llegar al final de la secundaria te exigen que entres a la mejor universidad posible dentro de tus capacidades y que te sigas esforzando, aunque la educación no sea la mejor, aunque las notas que recibes no reflejen tu esfuerzo, sino la frustración de un maestro que deseó ser más, pero no lo consiguió y luego te dicen...

"Es que no aprecias los esfuerzos que hacemos por darte una buena educación. Mira esas calificaciones, de seguro estás perdiendo el tiempo con tus amigos en lugar de estudiar más."

Y entonces dejas ese poco tiempo que tenías para despejarte a un lado y ahora lo usas para leer un libro que no te ayuda a progresar y solo te enseña a aprender la manera en la que se movía antes el mundo. Lo peor de todo ellos es que cuando llegas a la clase el maestro te exige que tengas ideas innovadoras cuando no hacen más que de educarte en el pasado y si sueñas con mejorar algo te dicen... 

"Pero eso no está a tu alcance, has esto otro con lo que sí puedes conseguir trabajo."

¿Conseguir trabajo? ¿Y quien te ha dicho que yo quiero conseguir trabajo? ¿Y si lo que quiero es generar mi propia fuente de ingresos a costillas de nadie? ¿Y si mis expectativas van más allá de lo que tú, mamá o papá esperan de mí? ¿ Y si doy más de lo que pueden ver y ahora mismo me estás limitando? ¿Qué pasa entonces?

Viviré mi vida en una oficina que odio, pero que me da el dinero justo para salir del mes, cuando pude realizar algo en lo que me hubiera ido de maravilla y mi estabilidad económica no perdiera de un hilo solo por querer disfrutar de una buena tarde con mis amigos o familia, para vivir con la preocupación de ¿Qué haré luego si me quedo sin trabajo? ¿Cómo puedo ayudar a mi familia si apenas y me alcanza para ayudarme a mí mismo?

Y con lo poco que gano, con lo poco que me queda, con lo poco que gasto, luego de llegar a la adultez también llega la pregunta que te hace derrumbar con la sola idea de no saber que hacer en esa situación, la pregunta que te hace entrar a la desesperación ¿Cuándo piensas tener tu propia familia?

Cómo si fuera tan fácil, solo de salir y conseguirla en el supermercado, que fuese un gasto de una vez en la vida y tratarla hasta que llegue su fecha de caducidad e ir en busca de otra cuando no tenga más de esa.

Pero no es así, por maravilloso que suene la idea de tener un compañero o una compañera de vida que te de apoyo en todo momento que esté cuando te pierdas a ti mismo y no sepas que hacer, es difícil seguir con el mismo ritmo o duplicarlo de ser necesario solo por vivir el sueño de la familia feliz.
Y luego te preguntas a ti mismo ¿Por qué he de vivir para otros, si no puedo vivir para mí?

El Diario de Abigail ZereneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora