Cuando te acostumbras a la compañía de alguien, pequeñas horas de su ausencia se vuelven eternas y sientes como poco a poco tu seguridad va disminuyendo... todo producto de esa ausencia.
Las dudas, que por mucho tiempo mantuviste escondidas, en ese momento invaden tu cabeza y te preguntas si talvez esa persona también te está extrañando.
El sueño deja de ser un aliado y se convierte en un insomnio lleno de recuerdos de la persona que anhelas... y aunque la despedida no sea eterna, sientes un vacío insaciable en tu pecho, que ni acumulando las lágrimas más pesadas se puede llenar.
Esta noche te extraño, pero... ¿Qué hay de ti?
¿Me extrañas también?
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El Diario de Abigail Zerene
PuisiA medida de que pasan los años entiendo más cosas, tengo mas dudas, mas quejas, mas complejos y mas cosas que expresar, pero soy muy mala expresándolo en el momento y cuando lo hago no termino de desahogar todo lo que llevo dentro, así que decidí es...