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Cuando nos fue posible salir, llegamos a una gasolinera para comprar cosas necesarias en la tienda que está tenía.

— La habitación roja sigue activa. — comenzó Natasha — ¿Dónde está? — preguntó.

— No tengo idea. — respondió Yelena — Cambia de lugar constantemente, y cada viuda es sedada cada que entra y cada que sale para máxima seguridad — agregó buscando en los anaqueles.

En realidad yo sabía donde se encontraba.

— De verdad no logró entender cómo es que no me di cuenta. — agregó Natasha.

— Bueno, sería tonto atacar una vengadora si tratas de esconderte. — dije — El nombre lo dice todo, si Dreykov, alguna viuda, o yo te asesino uno de los súper fuertes te vengará. — agregue.

— ¿Qué? — preguntó asombrada — ¿Cuáles súper fuertes? — terminó.

Yelena respondió y yo salí y mire a los alrededores, antes de volver a entrar escuché una conversación.

— ¿Tak eto ona? (Entonces, ¿Es ella?) — preguntó Natasha a Yelena — Ona khoroshen' kaya. (Es linda) — agregó.

De reojo pude ver cómo Yelena golpeó a Natasha en el hombro y ella río.

— Maxine no entiende ruso. — dijo Yelena mirándome — ¿Pravda? (¿Verdad?) — finalizó sonriendo.

— Und du verstehst kein Deutsch (Y tú no entiendes alemán) — respondí.

Yelena me mostró el dedo medio y Natasha se dispuso a hablar con ella.

— Tú y yo no somos hermanas. — alcance a escuchar a Natasha.

— Eso qué haces cuando peleas. — comenzó Yelena — La cosa qué haces al azotar tu pelo cuando peleas. — explicó — Tú pose de pelea.

Reí recordando cuando Yelena me había contado, Natasha me miró e inmediatamente oculté la risa.

Salí porque pude sentir la tensión que tenían a pelear.

— Pues solo te estabas engañando. — comenzó Yelena — Porque hay mucho sufrimiento todos los días y aún somos asesinas profesionales. — agregó.

Me giré al dentro.

— Excepto que yo no estoy en la portada de una revista. — argumentó — No soy la asesina a la que las niñas pequeñas llaman una héroe. — dijo saliendo.

Al salir paro y me vio, su mirada podía decirme que no estaba cómoda con los comentarios que Natasha había hecho.

Se hizo tarde y ahora estábamos sentadas en una mesa.

— Ese gas, el neutralizante. — dijo Yelena — Fue sintetizado secretamente por una viuda mayor de la generación de Melina. — explicó — Y asesine a la viuda que me liberó.

— ¿Tuviste elección? — preguntó Natasha.

— Tú experimentaste un condicionamiento psicológico. — dijo — Aquí manipulan los procesos neurológicos, son cosas completamente diferentes. — explicó — Estas consciente pero no sabes qué parte eres tú.

— ¿Eso es lo que te pasó a ti? — preguntó Natasha mirándome.

La mire y desvíe la mirada bajando la cerveza que estaba tomando, Yelena me miró y negué levemente con la cabeza.

— Yo jamás fui controlada como tal. — respondí — Yo... yo fui entrenada a una edad muy corta y desde ese entonces yo era una persona muy neutra, no me era difícil acatar órdenes a menos que fueran de personas sin autoridad. — explique — Lo único que hacían sin mi consentimiento y de manipulación era borrarme la mente después de una pelea o misión "importante" — dije haciendo comillas — Por eso no recuerdo la mayoría de lo que hago, y la verdad, es preferible vivir en una mentira con una vida como la mía.

Rojo || Yelena BelovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora