- ¿Qué significa esto, Easterbridge? - demandó el abuelo Sano al tiempo que se incorporaba en el primer banco.
Manjiro supuso que alguien debía levantarse para defender el honor de los Sano, y el abuelo Mansanku, como cabeza de la familia era la elección adecuada.
Observó a los invitados de la alta sociedad de Nueva York y Londres. Su familia parecía atónita y consternada, pero a otros invitados se les veía fascinados por el drama que se estaba desarrollando.
Las damas de honor y los padrinos parecían incómodos, incluso su amiga, Senju Kawaragi que jamás perdia la compostura ni la ecuanimidad.
En el otro extremo de la iglesia, su otro amigo intimo y organizador de la boda, Ken Ryuguji, había palidecido
- Easterbridge - habló Haruchiyo, irritado y alarmado - Hoy no has sido invitado.
Takemichi desvió la mirada del novio al futuro marido y sonrió.
- Invitado o no, me aventuraria a conjeturar que mi posición en la vida de Manjiro me da derecho a tener voz y voto en esta ceremonia. ¿No te parece?
Manjiro fue agudamente consciente de los cientos de ojos que observaban interesados el espectáculo ante el altar.
El obispo Newbury frunció el ceño, claramente perplejo, y luego carraspeó.
- Bueno, al parecer me veo obligado a recurrir a unas que nunca antes había tenido que decir - hizo una pausa. - ¿En base a qué se opone a este matrimonio?
Takemichi lo miró a los ojos.
- A que Manjiro ya está casado conmigo.
Cuando las palabras reverberaron por la iglesia del tamaño de una catedral, se oyeron jadeos por doquier. A espaldas de Manjiro, el reverendo comenzó a toser. A su lado, Haruchiyo se puso rigido.
Él entrecerró los ojos. Pudo detectar burla en los ojos de Takemichi, al igual que en las comisuras de sus labios.
- Me temo que debes estar equivocado - afirmó Manjiro, esperando en vano poder evitar que esa escena se volviera peor.
Y estaba en lo cierto. Habían estado casados fugazmente, pero ya no.
No obstante, a Takemichi se lo veía demasiado seguro de sí mismo.
- ¿Equivocado acerca de la visita que hicimos a una capilla en Las Vegas hace dos años? Por desgracia, he de discrepar.
Los invitados alli congregados emitieron un único jadeo conjunto.
Manjiro sintió un nudo en el estómago. De pronto notó la cara acalorada.
Se contuvo de replicar.... ¿Qué podía decir que no aumentara el dañio? - "¿Estoy seguro de que mi matrimonio breve y secreto con el marqués de Easterbridge fue anulado?".
Se suponía que nadie debía estar al corriente de su impetuosa y precipitada fuga.
Supo que debía trasladar esa escena a un lugar donde pudiera encarar sus demonios, o, más bien, a su único y noble demonio, de un modo menos público.
- ¿Arreglamos este asunto en algún sitio más íntimo?
Sin aguardar una respuesta y con toda la dignidad que pudo acopiar, bajo los escalones del altar, atento a no establecer contacto visual con ninguno de los invitados al tiempo que mantenia la cabeza erguida.
El sol brillaba a través de los ventanales tintados de la iglesia. Sabia que en el exterior hacía un precioso dia de junio. En el interior era otra historia.
Su boda perfecta se había visto arruinada por el hombre que la familia y la tradición dictaban que debería despreciar por encima de cualquier otro ser en el mundo. Si aquella noche en particular no había sido lo suficientemente inteligente y perspicaz como para considerarlo despreciable, en ese momento sí lo era.
Al pasar delante del marqués, éste lo siguió por la parte delantera de la iglesia hacia una puerta abierta que conducía a un corredor con varias puertas. Detrás de Takemichi, Manjiro oyó hacer lo mismo a Haruchiyo, su antiguo novio.
Al entrar en el corredor, oyó que en la iglesia se iniciaban unos murmullos más altos. Una vez que las partes implicadas habían abandonado la zona del altar, supuso que los invitados se sintieron con más libertad para manifestar sus pensamientos.
También oyó al obispo Newbury afirmar que se había producido una demora inesperada.
Entró en una habitación libre que, debido a la austeridad del mobiliario, dio por hecho que se dedicaba a funciones de la iglesia.
Giró en redondo y observó al novio y a su supuesto marido seguirlo. Takemichi cerró la puerta ante las caras curiosas que los miraban desde la zona principal de la iglesia.
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Seduciendo a su esposa | takemikey
Fanfiction"El novio está casado conmigo" El responsable Manjiro Sano siempre había sido respetuoso con los patrones sociales. Salvo cuando se ganó con el enemigo de su familia, Takemichi Hanagaki, marqués de Easterbrigde, en una ceremonia rápida en Las Vega...