Ahora no sólo comparten habitación, también el cuidado de un niño de dos años.
Kihyun y Minhyuk, totalmente desconocidos y diferentes, uno hetero y mujeriego, uno homosexual y con un sentido fuerte de la responsabilidad, nunca pensaron que terminarí...
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-¿Qué somos? -preguntó el menor, la luz estaba apagada y Wonnie dormía en medio como todas las noches.
-No somos nada, Minhyuk –le dijo Kihyun sin despegar la vista del pelinegro- no podemos ser nada, cualquier cosa entre nosotros repercutirá en Wonnie, si llegamos a pelear, si no funciona...
—Entonces haremos que funcione.
-No es tan fácil -le dijo tomando su mano- a ti te gustan las mujeres, no eres como yo.
-También me gustas tú -le dijo provocando un sonrojo en el mayor que no fue perceptible por la falta de luz.
-No funcionará, lo sabes, lo arruinaremos con Wonnie, estamos bien así, debemos parar no más roces, no más besos.
Minhyuk asintió- Si así lo quieres; sólo un último beso -pidió y Kihyun asintió acercándose a él.
Sus labios se juntaron de nuevo y se movieron suavemente, cuando se separaron se vieron a los ojos y sonrieron.
-Tal vez otro más -pidió Minhyuk y Kihyun no pudo decirle que no, de nuevo sus labios se movían sobre los contrarios negándose a separarse sólo hasta que faltaba el aire.
-No creo que pueda ser el último -admitió Kihyun antes de volver a besarle- esto no funcionar...
Minhyuk volvió a besarlo, Kihyun gimió bajito separándose y volviendo a besarlo.
Wonnie se removió en la cama y terminaron separándose con los labios hinchados y las mejillas calientes.
—Lo intentaremos, si no funciona tenemos que prometer que no afectará a Wonnie.
Kihyun asintió —¿Otro más?
—Sí
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