- Tú, cuyo movimiento zumba, esparciste la niebla oscura que yace ante tus ojos, y agitando tus alas giraste alrededor del mundo, trajiste la luz pura del caos.
- Gran encarnación del caos, escúchame - respiración profunda - durante años estudié tus costumbres, dediqué mi existencia a ti - manos en el suelo observando una estatua extraña en madera - Me esforcé por ser tu vasallo en el plano físico, para construir montañas de cuerpos en tu honor, para extinguir toda la vida y en mis dominios ¡Lo logré! - Silencio total - pero no me trajo satisfacción. . . Al lograrlo, perdí todo propósito ¿¡Porqué!? ¿¡Porque esto es así!? - silencio absoluto de nuevo y golpea fuerte con ambas manos al suelo - ¡Escúchame Tusk! - La estatua de sacude ligeramente, el desconocido se inclina y empieza a rezar - Siete corazones en el cerebro. . . Siete cerebros en el corazón, ejercicios de insomnio a la semana - De nuevo vino el silencio - ¡No! ¡Respóndeme! ¿¡Que debía hacer!? ¿¡Que quieres de mi ahora!? - La estatua se sacudió y cayó al suelo desde el altar, las velas se apagaron repentinamente, el desconocido retrocedió asustado - ¡Al fin me escuchas!
- ¿Rezando de nuevo a dioses paganos? Deberías dejar esos malos hábitos, Buck - De entre las sombras emergió un rostro conocido, caminando hacia el desconocido - Dudo mucho que eso sea del agrado del todopoderoso.
- ¡B! ¿Qué demonios haces aqui? ¿De donde saliste? ¿Por donde ingresaste? En ese altar no hay espacio físico para que se esconda alguien con tu estructura.
- Deberías saber que las leyes que rigen tu pequeña cabecita, pueden bien ser doblegadas por mi personas, además ¿No puedo venir a saludar a un viejo amigo?
- ¿Viejo amigo? Que frase tan graciosa B, despues de nuestro ultimo trato, lo ultimo que podría considerar de ti es que seas mi amigo.
- Fue tu culpa por codicioso, yo solo estaba jugando Buck.
- ¿Qué es lo que quieres? Habla de una vez B.
- ¿Acaso te di el permiso de dirigirte a mi con esa actitud tan irrespetuosa? - Saca un control remoto de su bolsillo - Recuerdas bien como debes hablarme ¿Verdad?
- Si. . . Señor Blanc - el desconocido se postró frente a su amo temblando de miedo - Me disculpo por hablar de forma irrespetuosa. . . No sucederá de nuevo.
- Encantador, ahora ve a la cocina a prepararme un Té, y si no es de mucha molestia, que sea un Earl Gray.
- Enseguida señor - Se inclinó sutilmente, con una mezcla de amargura, miedo y odio en su corazón, su vida estaba en manos de esa persona, no podía hacer más que obedecer - ¿A que debo el honor de su visita?
- Vine a cobrar una parte de la deuda que tienes conmigo Buck, una gran parte, ya que hoy me siento generoso. . . Verás mi estimado, hace algunos días atacaron mi hogar, pero no el que tu conoces, si no el segundo más importante.
- ¿Atacaron su base señor? - Buck maldecía que su controlador no hubiese muerto - ¿Quién estaría tan loco para hacer eso? Es una falta grave a sus reglas.
- El ejercito local por supuesto, fueron quienes llegaron a mi casa y quisieron demolerla de la manera menos ortodoxa posible, pero como podrás ver y comprobar por ti mismo, me encuentro en perfecto estado, lo cual puedo notar que te hace muy feliz ¿Cierto?
- Por supuesto señor, me alegra verle con bien - Su odio crecía más a cada segundo - ¿Cómo puedo ayudarle? - Buck llevó el Té recién servido a su desagradable visita - En lo que pueda por supuesto, mientras sea posible.
- Para pagar por mi irrupción inesperada, los daños a tu tejado en este piso del edificio que administras y por las molestias, ademas de por un Té con tan buen aroma, saldaré tu deuda casi en su totalidad - Buck giró su cabeza y tomó asiento tan rapido como pudo frente a su visitante - Noto que te interesa.
- Haré lo que pida señor.
- No necesito gran cosa, solo un lugar aceptable, bien equipado y cómodo para un máximo de quince personas, en las afueras del antiguo poblado en Aragua, lo que hoy conocen como el coliseo, o como lo llaman los locales, el foso de la desdicha.
- ¿En San Casimiro? ¿Por los elevados donde viven las personas más enriquecidas del lugar?
- Tan astuto como siempre Buck, por eso eres mi empleado favorito - Blanc acaricio la cabeza de su lacayo como si fuese un perro - Buen muchacho.
- Pero señor - Se tragó su enojo - No dispongo de la capital para lograr eso que me está pidiendo.
Por eso te busqué a ti Buck, tu serás quien de todo, solo hazme saber cuanto todo este listo para mover a mi equipo - Un sorbo lento pero prolongado del Té - Exquisito.
- No soy tu mascota. . . Nunca lo seré - Comentó Buck en voz baja agachando la cabeza - Jamás.
- ¿Has dicho algo Buck? - Blanc plantó su mirada en en los ojos de su lacayo, Buck temblaba, no podía apartar la mirada aunque deseara salir corriendo, la presión era aplastante, el aire se hizo más difícil de respirar, sabia que lo que había dicho le podía salir caro, fácilmente podría buscarse a alguien más para ese trabajo, la sonrisa tétrica en el rostro de Blanc había mellado la voluntad de Buck por completo - Entonces pequeña creatura insignificante ¿Dijiste algo?
- No. . . Señor.
- Eso pensé - Terminó su Té y se dispuso a irse tranquilamente por la puerta principal - Tienes dos bolsas con dinero que dejé debajo de esa cochinada que llamas altar, tienes los fondos, solo has el puto trabajo, o verás desde muy lejos como vendré a concluir mis asuntos contigo - Esa sonrisa no desaparecía de su cara - Buenas noches estimado.
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Rebelión orquestada
AcciónEsta historia se desarrolla en una Venezuela distópica, controlada por el gobierno que en pleno corrupto, en el año 2040. El país reconstruido por entes nacionales e internacionales, se mantiene pobre, decadente e insalubre en gran parte del país qu...