Todo por un libro

6. ¡Ya basta de estupideces! *llora*

Isabella

Estaba cansada, demasiado, había decidido dejar a un lado mi venganza para concentrarme en la escuela pero no fue una buena idea, estoy peor que nunca.

Ya habían pasado dos semanas desde que Erick casi se muere, no lo había visto en estas dos semanas hasta pensé que lo había cambiado de escuela pero luego me enteré—gracias a mi mamá—que un familiar suyo se murió y como buena hija tuve que ir en representación de mi familia.

Ahora estoy esperando a que me abran la puerta. Volví a tocar el timbre.

Puede que me tomen por mala persona o algo parecido pero veo esto como una oportunidad para recuperar mi libro.

Quien me abrió la puerta fue Erick.

—¿Qué quieres?—estaba algo adormilado

—Vengo en son de paz—intente pasar pero el me detuvo

—¿Qué quieres?—repitió

—Ash, solo vine porque mi mamá quería darle esto—levante un poco la canasta—a tu mamà pero como se me quito el buen humor se lo entregas tu.

Le di la canasta, estaba apunto de irme cuando me jalo del brazo.

—Te mandaron a ti, no a mi

Me empujó adentro.

Me soltó una vez que cerró la puerta, todas las veces que iba a su casa siempre estaba ordenada y elegante pero esta vez era todo lo contrario, estaba desordenada.

—Yo puedo caminar sola—proteste

—Déjalo en la mesa—estaba un poco confundida, supongo que el vio mi cara porque me dijo—:ella no está

—¿Entonces por qué me retuviste?—cruze los brazos

—Porque quería verte enojada—se acercó un poco a mi—me gusta cuando te enojas.

Decidí que por mi bien tenía que salir de ahí antes de terminar acorralada.

Alejate de las paredes

Y eso hice, después de esa noche en el hospital—no me refiero a cuando me quede dormida—era mejor alejarme de él pero aquí estoy en su casa y a unos centímetros de estar juntos.

Quedamos en silencio por unos minutos.

—Me..t-tengo que ir—tartamudee, ¿por qué? no estaba nerviosa pero él te pone así.

El no dijo nada solo se alejó de mí para abrir la puerta.

—Con gusto te puedes ir, la puerta está abierta—pase por un lado de él.

—Adios

—Espera—me volteo hacia él—¿Ya desayunaste?

Lo miré confundida, no voy a responder a esa pregunta.

—Lo digo porque estas un poco pálida—explico

Dude en responderle

—Si—mentí, la verdad era que no había desayunado, ni cenado pero estaba bien porque yo no tenía hambre.

Mientes, otra vez

—Antes de que me vaya ¿puedo pasar al baño?—que empiece la misión: robar el libro que me robaron.

Se encogió de hombros—Empiezo a creer que no te quieres ir.

Lo ignoré, lo importante era recuperar el libro y no pelear con él.

Subí las escaleras disimuladamente una vez que lo perdí de vista subí más rápido en cuanto llegue al segundo piso me dirigí a su habitación fue demasiado fácil descifrar cual era.

Abrí la puerta y entré pensé que su habitación estaba desordenada pero no, últimamente las cosas que pensaba eran equivocadas como siempre.

Ahora sí a recuperar mi libro.

Empecé a rebuscar en sus cajones, debajo de su cama, en su closet y nada. ¿Donde lo habrá ocultado? y cómo así fuera magia su mochila cayó al piso junto con mi libro.

Me sorprendió lo bien cuidado que estaba, lo tome y salí rápidamente de su habitación. Cerré su puerta con cuidado y bajé las escaleras.

—Tardaste mucho ¿no crees?—parecía estar buscando algo.

—Fui al baño—suspiré—ya me voy.

Esta vez el no me detuvo. Al llegar a mi casa le mandé un mensaje a mis mejores amigos.

Bella: ¡¡¡RECUPERE MI LIBRO!!!