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Lo abrazé, había dejado las latas de cerveza en la banqueta.
Sólo quería estar con él y olvidarme un poco de la tensión que había en casa.

—¿Estás bien cariño? — sentí cómo recargaba su cabeza en la mía, acariciaba mi pelo

Me gustaba que fuera más alto que yo

—Sí — mentí — sólo que quería verte

—Perdón, tuve que ir a la ciudad a comprar algunas cosas del santuario — murmuró — ¿quieres que te acompañe a tu casa?

Dejé de abrazarlo para después negar

—No, me iré sola, no me quiero arriesgar — comenté serena para después tomar las latas de cerveza — tengo que irme, papá ocupa ésto

Nick suspiró frustrado

—¿Hay algo que puedes hacer?

—Tranquilo — llevé una de mis manos a su brazo — nos vemos mañana, ¿si?

—¿Trabajas mañana?

Negué

—Sábados y domingos descanso — sonreí

—Perfecto — sonrió

Llevó sus manos a mis mejillas, después se acercó hacia mi. Nos besamos.

Éste hombre me lleva al cielo — pensé

—Bueno, ve a casa, no quiero que tengas problema por mi culpa — me regaló un corto beso — mándame un mensaje cuando llegues, ¿de acuerdo?

Asentí

—Descansa cariño

Alzé la mano en señal de despedida para después caminar rumbo a casa

🌸 🌸 🌸

Bostezé.

Restregué mi cara con ambas manos para después ver la hora en mi teléfono.

—9 de la mañana...genial — comenté algo cansada

Por suerte no oía gritos de papá, cosa que me dió entender que quizás se fue a cazar.
Estaba por levantarme cuando oí mi teléfono

Nick💙
Buenos días, ¿ya desayunaste?

Ana
Hola, apenas me levanté, y ¿tú?

Nick💙
Vamos juntos a desayunar, no queda muy lejos de aquí, ¿quieres venir conmigo?

Ana
Sí, dame unos minutos, te veo por la cabaña

Nick💙
Bien

Rápidamente quité la cobija que tenía encima de mi, casi caía al suelo, después, me dirigí al baño, ya mínimo para darme una manita de gato.
Decidí ponerme un pans negro, mis tennis y una sudadera, y mi pelo suelto. Ésta vez parecía que hacía frío.

Salí de mi habitación, la puerta de Camila seguía cerrada, quizás aún dormía.

Mamá estaba tomándose su café mañanero, y como predije, papá no estaba.

—¿A dónde? — fue lo primero que preguntó

—Buenos días mamá —reí nerviosa mientras me acercaba a ella

Ella alzó una ceja.
Ya sospechaba de mi actitud. Demonios; ella siempre sabía todo.

—Ammm, iré a desayunar — comenté inocentemente

—¿Con quién? — preguntó serena — y no me digas que con Frida porque vine de la tienda y las ví, se iban a otro lado

Genial — pensé preocupada

Bueno, Don Pedro ya sabía que tenía a alguien, aunque no sabía quién, quizás también deba comentarle algo a mamá, tan sólo para que lo sepa y no se le haga tan raro que salga últimamente, además, confiaba en ellos.

—Mmmm, bueno...yo...— moví mis manos nerviosa

—Tan sólo cuida que no te vea tu papá con quién sea que salgas...¿de acuerdo? — preguntó serena — cuándo estés segura de esa relación me lo puedes presentar

La Caótica Vida De Ana |Nikolaj Coster|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora