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—¡Papá! ¡No! — gritó Camila mientras se paraba del sillón

Nadie había imaginado que esa noche, el señor alcoholico le había puesto mucha atención a su hija, Ana.
Cuando acabó se cigarro, volvió a entrar a la casa, no sin antes renegar, no le gustaba estar ahí.

Vió a las tres mujeres platicar, hasta que volteó a la sala, solamente vió a Camila.

—¿Dónde está Ana? — preguntó

—La mandé a la tienda — respondió Camila

Miró de nuevo a su mujer, la conocía bastante bien con tan sólo ver su cara y su nerviosismo.

—¿Tú lo sabías verdad? — reprochó para después salir rápidamente de la casa, ignorando los gritos de Camila.

Si tan sólo Camila se hubiera esperado un momento más el día anterior, si tan sólo se hubiera dormido un poco más, no le hubiera tocado la mala suerte de que justamente es esos instantes un amigo de su papá también estaba en el bosque...por ende, los vió, a ella y a Nick.
En la mañana, él ya sabía, no quería creer pero por precio comportamiento de ella sabía que era verdad.

—¡Ana! — gritó

Ella volteó asustada, su padre venía a paso veloz.

—Vete, Nick, vete — respondió ella algo asustada mientras trataba empujarlo

Nick negó

—No te dejaré aquí sola con él

—Nick, por favor, vete

Su padre venía a pocos metros

—Papá...y-yo — no la dejó decir nada, ella estaba en el piso

Lo primero que hizo fue golpear a Nick

—¡Papá, no! — alzó la voz mientras se paraba

Ana rápidamente tomó el brazo de su padre, pero desgraciadamente le había tocado un golpe de él, Ana no supo si había sido accidente o intencional; Nick, a pesar de estar sangrando de la nariz, no pudo resistir más y lo golpeó, obviamente más fuerte.

Ana se recargó en la camioneta, tratando de respirar mejor.

—Cariño, ¿estás bien? — preguntó Nick preocupado mientras se acercaba hacía ella

Camila veía todo desde la puerta, su madre salió rápidamente.
Ella suspiró.

Ana no puede estar pasando ésto, si ella cae, yo también — pensó

Camila caminó hasta con su madre, las dos caminaban a paso rápido.

—¡Eres una cualquiera! — grito el padre alcohólico mientras trataba de golpear a Nick — ¡Metiéndote con...

—¡Estoy embarazada! — alzó la voz Camila

Ana aún seguía sollozando en la camioneta, Nick la consolaba.

Su padre parpadió varias veces, hasta que la miró.
Isabel abrió la boca sorprendida. No sabía qué era lo que la había sorprendido más en la noche.

—¿Camila está embarazada? — murmuró Nancy desde la puerta para después suspirar — ¿Ves mamá? Te lo dije, ese hombre nunca fue bueno para mi hermana

La Caótica Vida De Ana |Nikolaj Coster|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora