Rosas negras

Sueño o Realidad

Quisiera dejar de soñarte, que no vivieras sólo en mi mente y poder tocarte, asegurarme que eres real y no solo te imagino, que estuvieras aquí, que esta vida la pasaras conmigo.
Quisiera no sólo pensarte, llegar a casa y poder abrazarte, contarte mi día sin prisa y a contratiempo, que me digas tus sueños y con una mirada adivinar tus pensamientos.
Quisiera estar segura que dejaré de extrañarte en algún momento, poder mirarte y sentirte conmigo, saber que eres mía porque escucho los latidos de tu corazón acelerado cuándo me acerco en sigilo y me tomo mi tiempo para explorar tu boca, para decifrar los secretos que guardan tus labios y decirte te amo a besos y suspiros.
Quisiera pasar hermosos momentos contigo de alegria y felicidad, de dulzura y pasión y demostrarte con hechos que viviré para ti y que eres por siempre la única dueña de mi corazón.
Quiero lo bueno pero también lo malo, los días de sol y también los nublados, construir un mundo en donde las dos vivamos, luchar por tus sueños y los míos y juntas lograrlos.
Eres tan increíblemente hecha para mí que algunas veces dudo de tu existencia, he llegado a creer que tal vez sólo vives en mi inconciencia, que he construido un sueño y en él es que existes y por eso eres el amor de mi vida, mi alma gemela y el ser más perfecto para ser mi complemento.
Pero deseaba con mi corazón que fueras real y que aquel hechizo que lance con ilusión cuando era pequeña se cumpliera y tarde o temprano a mi lado vinieras, para quedarte y pasar el resto de la vida juntas y amarnos hasta que el final de nuestros días llegara, como el invierno llega antes de florecer en primavera.
He comprobado que existes, que no solo eres producto de mi mente ilusionada, que encajamos tan perfectamente como piezas de rompecabezas que forman una imagen bella. Pero también comprendí que no eres el destino que pedí, que no eres en esta vida para mi, que aun que eres quien ha despertado los mas hermosos sentimientos y las mas intensas emociones que ni siquiera pensé que existían en mi, no es contigo con quien las voy a vivir, porque tu camino has elegido y ese no llega hasta mi.
Quizá la razón de tu existencia en mi vida era enseñarme cómo vivir, mostrarme de todo lo que me perdía y finalmente encontrar a quien no sea de otra persona y sea solo para mi, que me ame en todos mis matices y bajo cualquier luminosidad, que ame cuándo soy un día soleado y cuándo soy tormenta por igual, cuando soy un indefensa niña y una apasionada mujer, cuándo soy oscuridad y sombras y también un claro amanecer.
Cuanto desearía que fueses tú esa persona, mi dulce luz azul y verte brillar en todo tu esplendor cada día y cada anochecer.