Meant to be // Sakusa Kiyoomi

Capitulo 2 - el primer día

Sakusa pov

Hacia un calor infernal. Un calor que iba a generar más sudor de lo normal y eso ya me generaba náuseas.

El campamento era en Tokyo, así que Komori y yo nos alistamos en nuestras casas y decidimos ir más temprano de lo normal para poder organizar todo mejor.
Los campamentos de verano duraban dos semanas, y a pesar de que vivíamos en Tokyo no se nos permitía ir a nuestras casas en ningún momento. Era como estar en prisión.

El campamento se llevaba a cabo en el centro de concentración de volley, en el que además de muchas canchas y un estadio también estaban las residencias y todas las comodidades que utilizaban los jugadores durante su estadía. Eran tanto para hombres como para mujeres.

Si mal no recuerdo la selección femenina mayor tendría un amistoso uno de esos días, por lo que probablemente se encontrarían entrenando los mismos días que nosotros.
Por lo menos las mujeres son más limpias.

Llegamos a la concentración y ya la mitad de los chicos estaban ahí. Casi todos los de Tokyo y por ende los dolores de cabeza.

Había cierta dupla que se caracterizaba por ser un terremoto en todo sentido: Bokuto del fukurodani y Kuroo del nekoma.
Los dos son mis principales rivales en Tokyo, a pesar de que solemos ganarles con facilidad son los dos mejores equipos después del Itachiyama.
No me interesaba que fueran mis rivales, pero si me asqueaba el poco respeto por el espacio personal que tenían, además de su hiperactividad y dudosa higiene.

Son un dolor en el culo

"Omi-Chan! Tanto nos extrañaste que tenemos que vernos en el verano?" Habló Kuroo desde lejos cuando me vio y comenzó a acercarse a mi
"Me llegas a tocar y juro que te quedas sin carrera"

El hecho de pensar en estar en contacto con ellos en otro contexto que no sea dentro de una cancha de volley me asqueaba.
"Yo se que muy en el fondo nos adoras y te encantaría que jugásemos juntos" dijo Bokuto tan eufórico como siempre, acercándose a mi también.

"Lo mismo va para ti, mantén distancia" paso seguido me recoloqué la mascarilla para asegurarme de no tener ningún contacto con sus quien sabe cuántas enfermedades.

Después de un rato note como su interés en mi disminuyó. Un poco de paz entre estos seres siempre se agradece.

Hasta se que acabó La Paz.

Atsumu Miya y la banda del inarizaki.

Que largo iba a ser el campamento.