Cap 1. La expulsión

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Elina

Por fin llegó la hora de irse a casa, el timbre de fin de clase es música para mis oídos, no preste atención a lo que explicaba la señora Bilwort, algo de triángulos adyacentes o algo así, la verdad es que no podía prestar atención si me miraba como si le hubiera robado su gato, bueno, tampoco puedo culparla es la primera semana de clases y ya llegue tarde 3 veces a su clase.

Estoy pensando seriamente en que debo manejar mejor mis horarios de dormir.
Recojo mis útiles para retirarme y entra la señorita Spliber, nuestra rectora, es una mujer muy linda con pelo color rojizo y ojos avellana, los cuales me miran directamente

-Señorita Spin, la directora quiere hablar con usted en la oficina. Ahora -se retira mirándome con reprobación.

Demonios, ahora si me expulsan.

Me detengo justo en la puerta de la oficina, pensando en que decir y como actuar.

-Ni se gaste, sus padres la esperan a dentro.-dice Spliber sin quitar sus ojos de las planillas- Llegaste tarde 3 veces y no as entrado a 5 de tus clases.
-Todo tiene una explicación...
-A mi no me interesa yo no soy quien paga tu educación.

Tenia razón, mis padres pagan demasiado dinero para que yo estudie aquí, más dinero del que pueden gastar. Con todas mis fuerzas decido entrar a la oficina sin siquiera golpear, y pienso eso después de que me miran como si interrumpiera su conversación.

Claro que los interrumpiste idiota.

Cállate cerebro.

-Señorita Spin, tome asiento por favor.-señala la directora con su mano la silla a la izquierda de papá.

-Con permiso. -dije sentándome.

-Ya estuve hablando con sus padres de que a estado llegando tarde a sus clases y además a estado faltando a la mayoría. Esta conducta el colegio no la tolerará.- levanta su mano en señal de que me calle cuando intente decir algo- Pero como se ve que es buena estudiante le diré esto. Si vuelve a llegar tarde o a faltar a alguna clase, será expulsada de inmediato.

Solo asentí y agache mi cabeza, salimos de la oficina con mis padres en silencio y subimos al coche.

-No puedo creerlo Elina. Tu padre y uo nos matamos trabajando para que tengas una buena educación y tu no haces nada para recompenzarlo.

Y siguió hablando pero yo solo pensaba en que si me expulsaban no podría comer otra vez esas deliciosas hamburguesas de la cafetería.

Al llegar a casa baje del auto y me estaba encaminando hasta el pasillo hasta que papá me habló.

-Elina. Ven aquí ahora mismo.

Di la vuelta y lo mire directo a sus ojos color miel.

-Si te llegan a expulsar olvídate de todos los privilegios que tienes ahora. No más ropa nueva, no más fiestas, no más Internet. Al menos no gratis. Deberás trabajar para obtenerlo.

Me eche a reír como loca con la última frase. Mire a papá que tenía el ceño levemente fruncido y entendí que no era broma.

-¿Trabajar? Papá es una pésima broma.

-¿Te parece que estoy bromeando?

-No es posible yo no puedo...

-No me importa si quieres o puedes, aprenderás lo que es sacrificarse de verdad si no mejoras tu actitud. -sin decir más se fue dejándome sola.

Eran las 1am y yo seguía viendo mis redes sociales hasta que volví a ver la hora y ya eran las 4am y debía levantarme a las 6am. Apague el móvil rápido y me dormí.

-Amo pasar tiempo con tigo Marck.

-Y yo te amo a ti hermosa, quiero preguntarte si.....Rin...Rin...Rinn.

Lo mire con horror hasta que me di cuenta que era mi alarma.

Rápidamente desperté y vi la hora, las 6:40am.
Caí de la cama y me incorpore rápidamente y comenze a correr de aquí para acá viendo que ponerme. Y termine con la falda del uniforme y la remera, ya que no encontré el vestido. Tenía solo 10 minutos para llegar y el camino es de 20 minutos de la casa a la escuela.

Y en ese momento me di cuenta. Corrí hacia el living y ahí estaba mamá, tomé las llaves con dije de mariposa y metí la llave al enchufe de luz y gire a la izquierda, mire a mamá y ella solo sonrió y se fue. Pude visualizar el botón gris que apreté sin titubear, en la pared se hizo una grieta que comenzó a abrirse lentamente y pude ver el armario de madera color marrón, llegué a la parte de abajo del armario y golpee la pequeña tabla que se derrumbó, permitiéndome visualizar una habitación oscura y en medio una luz blanca, ahí estaba. Justo lo que necesitaba, dentre y tome en mis manos la pequeña cadena con dije de huevo color lila con diseños de oro puro.

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Elina y el poder de los collares Donde viven las historias. Descúbrelo ahora