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Bakugou entró a su dormitorio conmocionado, se encerró en la oscuridad de su habitación y se recargó en la puerta analizando lo que recién había sucedido.

Al parecer, ahora tenía novio.

Hacía tan solo unas horas el chico más guapo e idiota de su clase, el bastardo mitad-mitad, se le había declarado.

Y no va a mentir, aceptó.

Realmente jamás se imaginó algo como esto.

El sabía que había desarrollado algo de atracción hacia el bicolor durante sus clases extras para sus licencias de héroes, al principio le molestaba la pura presencia del bicolor a su lado, siempre se aparecía frente a sus ojos y se la vivía en sus pensamientos.

Lo odiaba por eso.

O eso era hasta que se dió cuenta que el bicolor no tenía manera de irrumpir en sus pensamientos al menos que el quisiera.

Entonces comenzó a darse cuenta que inconscientemente era el quién lo seguía con la mirada, era quién pensaba en él, que se preocupaba cada vez que Endeavor se aparecía en las clases, cada vez que el más alto se veía fatigado.

Cómo buscaba llamar su atención en los entrenamientos, como cambiaba su mochila de hombro para caminar más cerca de él.

Le costó admitirlo pero eso no era solo atracción, le gustaba ese estúpido invierano.

No planeaba hacer algo al respecto, no es como si supiera las preferencias del bicolor o si fuera confesarse como una chiquilla cursi.

Lo soportaría y mataría ese sentimiento con su fuerza de voluntad.

O eso quiso ya que ALGUIEN no sé lo hizo nada fácil.

El estúpido de Todoroki era como un mocoso, se la pasaba encima de él, al menos el era discreto con sus acciones, en cambio el bicolor sin vergüenza iba y lo abrazaba, se colgaba de su hombro y cintura, olía su cabello, entre otras cosas.

Además de que siempre traía su tonta cara de sueño y el bastardo caprichoso solo dormía si era en su hombro.

Le molestaba tanto así como le encantaba, y a su vez le preocupaba que aquella cercanía que tenía con el bicolor fuera a delatar sus sentimientos.

El tiempo pasaba y ya no lo soportaba, tanta atención del bicolor hacia el era malo para su corazón.

Aquel día había despertado con la idea de ponerle un alto a todo ese circo y guardar una distancia con ese jodido bastón de caramelo.

Pero una vez más Todoroki le puso el mundo patas arriba.

Todoroki le interceptó en la puerta del salón pidiendo que en el almuerzo se encontrarán en una de las aulas vacías, Bakugou iba a negarse pero un snack picante gratis le convenció.

La oportunidad se le presentó sola, aprovecharía ese momento para poner su tan desesperada distancia.

Después de aceptar su snack, obvio.

Todo apuntaba a ser algo breve y sencillo.

En fin, las horas pasaron y al sonar el timbre Bakugou se dirigió al salón mencionado anteriormente, abrió la puerta y como se esperaba estaba vacío a excepción del bicolor que estaba con una mueca nerviosa que intentó disimular al verle, y sosteniendo algo detrás de su espalda.

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⏰ Última actualización: Jan 19, 2023 ⏰

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•Shoto and Katsuki: Together Forever and Ever•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora