No me despojé de mis pecados
y me han castigado con un silencio impune que exilia a todo hombre de dignidad alguna.
Mis males arañan mi espalda desnuda mientras fuerzo mis labios en una sucia sonrisa nada pura.
Arranqué las raíces de mi dolor a base de venganza y miedo,
que arrastran sangre como palabras el viento.
Mis males me consumen.
Mis pecados me bastan.
Siento hilos que me mueven hacia el pasado intentando que no esté.
Que vil es el titiritero que no me deja olvidar y me mueve como tal marioneta.
No. He cambiado.
Quiero cortar los hilos con el tiempo que ha pasado para madurar.
Déjame, recuerdo:
déjame olvidar.
Mis pecados me persiguen como una hiena la carne,
como un hombre la guerra.
He cambiado.
Ignoro el mal que me consumió en el silencio y el dolor de los arañazos.
He cambiado.
Los hilos me arrastran pero disiento.
He cambiado.
No sé si es verdad o es mentira, pero, sea cual sea la respuesta:
He cambiado.

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Memorias de la Noche
PoetrySi me muero que sea sobre el viento, si me muero, que sea perfecto y bello. No amaré sin haber muerto y no moriré sin haber amado. Yo solo vivo cuando escribo pero estos poemas son un castigo.