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– Abandonados –
Sun-Hee.
Gwi-nam posaba a mi lado. El llevaba diversas manchas de sangre sobre su rostro y ropa. Asustada, por inercia, lleve a Onjo trás mío tratando de protegerla.
El sonrió al ver el temor vivo en mi rostro, mientras nos miraba.
Mi cuerpo tembló por un instante.
Yo, tenía miedo...
— Sun-Hee.~ – canturreo acercándose lentamente a ambas.
Mi mano presiono con más fuerza el agarre de ambas, que al poco instante comenzamos a retroceder, y sin siquiera darme cuenta, habíamos llegado al límite.
— ¿Sabes? Esto es algo tonto. - mascullo acercando su mano a mi rostro. El tomo un mechón de cabello. — Ahora mismo, estás poniendo la misma cara de terror que tenía tu hermano, justo cuando el hijo del profesor Lee cayo por aquel edificio... Me preguntó que pensaran todos en esta situación.
