¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . .
Narrador omnisciente.
La explosión los había alcanzado. Dae-su había terminado herido y la mayoría de ellos podría asegurar que se encontraban bien físicamente, pues no tenían herida alguna.
El sol había vuelto a salir, después de que la noche se viera iluminada por aquel rastro de fuego que la gran explosión había dejado.
Sun-Hee y Onjo miraban a lo lejos, donde antes habían escapado. Ambas miraban a lojos aquella estructura, dónde Cheong-San se había quedado para darles tiempo a ellos, sacrificándose así mismo.
— Sun-Hee, Onjo... – llamo Su-Hyeok a ambas chicas. — Vamos. Es hora de irnos. – ordenó tomando las manos de ambas.
Por una parte, Onjo se safo pero por otro lado, Sun-Hee solo miro, sin rastro alguno de sentimientos.
— No me iré... – aclaro Onjo. — Lo siento, ¿podrían esperar un poco? ... No importa, ustedes continúen, los alcanzaré después...