Capítulo 7

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Neylan

- ¿Estás mejor? - le pregunté cuando Meryem saco su cabeza de mi cuello, parecía más calmada.

Ella simplemente asintio y yo espere a que sus hipeos se calmaran para que pudiera contarme la razón por la que está llorando aunque por el nombre que me dió, puedo deducir que es un hombre y que posiblemente sea un problema amoroso, pero esto tiene que ser algo muy grave como para que ella se ponga así.

- Me voy a casar - dijo y de inmediato me sorprendi ¿Estaba llorando por eso? - pero mi futuro esposo, solo quiere poder de mi, quiere utilizar mi influencia para entrar al consejo - sonrió entre lágrimas, no la interrumpí, quería que ella terminara de contarme lo y luego le daría una solución a este problema, se levantó y se sentó en uno de los muebles, lágrimas volvieron a salir de sus ojos, pero después me sonrió, aún con lágrimas en la cara - yo de verdad creí que me amaba, incluso estaba dispuesta a tratar de ser más "una sultana" por él, pero ahora solo se que él me quiere para tener poder, me siento como una tonta, Kiral dió su permiso, pero si no me lo hubiera dado, lo hubiera desafiado, hubiera desafiado a mi hermano por un hombre que no ve más que poder en mi - gritó molesta.

- No es tu culpa Meryem, hablaremos con Kiral y verás que él cancelara esa boda, no ha Sido anunciada de todos modos así que no tendremos problemas.

- Soy una tonta ¿verdad? Quizás no tendré a nadie en mi vida por no comportarme como una "sultana" - ella me miró - ¿Debería cambiar y ser como nuestra tía Mihrimah? - preguntó - ella es una buena sultana, la sultana más hermosa, quizas debe...

- No Meryem - le dije molesta - no necesitas cambiar, eres perfecta y si él no me ve la belleza en ti, entonces el que está mal aquí es él y no tú, si Mihrimah es así es por qué esa es su forma de ser, no tienes que ser así solo por qué no le gustes a alguien, si tú te sientes a gusto contigo misma, es suficiente.

- Me siento bien entrenando contigo - sonrió de nuevo con lágrimas en los ojos - pero quizás debería dejarlo por un tiempo y comenzar a verme más como una sultana.

Me acerque a ella y la cogí por lo hombros.

- No tienes que hacerlo Meryem, eres una sultana, hija de la sultana Hurrem y el sultán mustafa, nadie puede decirte que hacer o como ser, ni si quiera nuestro hermano el gran sultán Kiral nos ha prohibido de hacer algo, no dejes que él lo haga - le dije ya más molesta que antes.

- Pero yo...

- No, no hay peros, ahora iré a ir a ver a nuestro hermano para que cancele esa boda, tú limpia esas lágrimas y levanta la cabeza, nunca la bajes ante nadie.

Ella solo asintio y me dió una sonrisa triste.

Salí de sus apocentos y tome el camino directo a los apocentos de Kiral, una de las criadas me detuvo y me dió un dulce.

- ¿Por qué es esto? - pregunté curiosa.

- El sultán Kiral está repartiendo dulces y organizando una fiesta por el compromiso de la sultana Meryem - dijo algo emocionada.

Oh por alá, esto no era algo que estuviera a nuestro favor, pero definitivamente no dejaré que Meryem se case con ese hombre, devolví el dulce y apresure mi paso a los apocentos de Kiral, aunque no estoy segura de que eso ayude en algo.

- Voy a ver a mi hermano - dije a los Guardias.

No espere a que me dieran autorización, simplemente entre, Kiral miró molesto hacía la puerta, pero cuando me vio su mirada se suavizo un poco, se acercó a mí y me dió un beso en la frente.

- ¿Estás bien? - preguntó.

- Lo estoy, pero necesito saber que es todo eso del compromiso.

No le podía decir lo que Meryem había escuchado, estoy segura que eso avergonzaría a Meryem y yo jamás haría algo que la avergonzara o lastimara.

- ¿No lo sabías? Meryem conoció a alguien y me pidió permiso para casarse, lo anuncie de inmediato por qué ella de verdad parecía muy animada con esto, nunca la había visto así de contenta - sonrió.

Eso tan solo hizo que le tuviera más rencor a ese hombre, si tan solo kiral supiera que nuestra hermana está llorando ahora mismo, se que Meryem no quiere que nuestro hermano la vea llorando o débil, ella siempre había sido así, según ella no le gustaba ser una molestia y siempre había demostrado ser fuerte, pero está vez fue su corazón lo que se rompió.

- Me opongo a esto - dije molesta.

- ¿Por qué? - preguntó sorprendido - dame un motivo para impedir esto.

- Meryem no debería casarse aún, tiene 20 años - trate de buscar una justificación.

- Sabes que esa no es una escusa válida - dijo serio e incrédulo.

- ¿No lo harás? - pregunté desafiante.

- La boda ya fue anunciada Neylan, no pienso retractarme.

Quería decirle que si casaba a Meryem con ese hombre su vida sería un infierno, la estaría condenando a vivir un matrimonio sin amor y sobre todo, eso tan solo rompería más el corazón de nuestra hermana.

No podía decirle nada sobre lo que pasó con Meryem, pero tampoco dejaría que se casara con un hombre como él, antes muerta.

- Está bien, lo entiendo, hablaré con Meryem, si esto la hace feliz yo lo entiendo - sonreí.

- Siempre supe que eres una excelente hermana - me devolvió la sonrisa.

- Me retiro, iré a hablar con Meryem sobre esto.

Él asintio y yo salí de sus apocentos.

Bueno, si no iban a cancelar el matrimonio, no me quedaba otra opción más que deshacerme de ese tal Devrim, realmente no queria hacerlo, eso traería muchos problemas, pero por mi hermana yo haría cualquier cosa, así que estaba decidida sacar a ese hombre de la vida de mi hermana.

Neylan SultánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora