día 23: te imagino.

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Felix tenía su cabeza apoyada sobre el brazo de Bang, mientras este, lo observaba con el ceño fruncido

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Felix tenía su cabeza apoyada sobre el brazo de Bang, mientras este, lo observaba con el ceño fruncido. De vez en cuando el menor sonreía sin motivo alguno más que a las páginas llenas de letras del libro que tenía en sus manos. Chan confundido trató de mirar más allá de lo poco que en realidad veía, pero no obtuvo más que un vistazo superficial a lo que parecía ser un párrafo hablando de alguien y un supuesto embarazo. Se giró sobre su costado y colocó una de sus frías manos sobe el estómago de Felix, dando pequeñas y suaves caricias con sus pulgares que hicieron suspirar a quien las estaba recibiendo.

— ¿Qué lees?—Preguntó. Echó su cabello negro y largo hacia atrás antes de poner sus oscuros y fríos ojos sobre el rostro de Felix, que desvió su atención tan solo un segundo para sonreír de esa forma que tanto a Bang le atormentaba y lograba que su pecho se sintiera burbujeante, caliente, explosivo—. Pareces... feliz con ese libro—Murmuró.

—Oh... bueno, tiene una trama muy buena, atrapante—Encogió sus hombros como pudo y volvió a su lectura.

Era un nuevo libro, Chan lo notó por la portada y se preguntó cuántos sus amigos le habían traído. Era un come libros, lo notó de inmediato, al parecer le gustaba mucho porque era imposible que en menos de cinco días se terminara uno que parecía tener más de mil páginas, pero Felix lo hacía y su rostro demostraba que lo disfrutaba tanto. Y él quería ver esa expresión en su rostro siempre, que lo mirara con esos ojitos llenos de brillos similares a las estrellas que anhelaba admirar y amar.

— ¿Cuál es su género?—Felix entró en pánico y las palabras se atropellaron en la punta de su lengua, logrando que tartamudeara una respuesta inteligible.

El menor lo miró unos largos segundos, envueltos en ese silencio que no era incómodo con Bang acariciando su estómago distraídamente, mirándolo a los ojos recorriéndole todo este, Felix sin saber que contaba sus pecas para asegurarse que no había salido alguna nueva, era un intento para distraerse de lo que realmente quería hacer; Besarlo hasta cansarse, hasta que sus labios quedaran tan hinchados y rojos. Era un intento de mantenerse en esa realidad que parecía hacerle tan bien, sin nada atormentando solo esa sensación burbujeante y... linda. Demonios, era una sensación sumamente linda.

—Fantasía y romance—Pero sonaba dubitativo al contestar mientras desviaba la mirada, Bang no notando el sonrojo que se había apoderado porque su atención se había puesto en la portada del libro, tratando de sacar alguna conclusión de qué podía tratarse.

— ¿Qué clase de fantasía?—Él parecía tan distraído mientras hacía las preguntas, pero Felix sabía que tenía toda su atención.

Indeciso Felix contestó—: Fantasía en la que los hombres pueden embarazarse—Bang frunció el ceño y el menor le preguntó si no había sido mucho.

Su mente divagó, tanto durante unos largos minutos, su mirada colocada en algún punto fijo de la pared. Felix no quería sentirse más avergonzado y por ese motivo volvió a su lectura, pero había repasado tanto el mismo párrafo que siguió sin entenderlo, su cabeza no podía concentrarse adecuadamente cuando Bang actuaba de esa manera.

60 días preso › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora