nam pasivo

NAMJIN

Bien, se podría decir que el día era lindo, después de toda aquella lluvia que había estado permaneciendo en Seúl, un día con el más mínimo rayo de sol era hermoso para los habitantes de ella

Nam, caminaba por los pasillos de la empresa que tanto les había costado hacer crecer, se sentía orgulloso por army, y por sus amigos íntimos... Literalmente.

Habían veces las cuales le entraban sentimientos de angustia, y todo el tiempo se preguntaba ¿Esto algún día acabará? Claro que algún día acabaría, pero esperaba que se final no estuviera cerca.

¿Serán olvidados algún día? Claro que algún día serían olvidados, pasarían de ser el grupo coreano más reconocido de todo el mundo a ser nada... Pero eso lo inspiraba a vivir feliz y a vivir al máximo todo el tiempo, como si ese fuera su último día de vida, por lo cual no haría caso a los estúpidos estereotipo de Corea del Sur y los del mundo y haría declararía su amor hacia Jin...

Llegó al estudio de Jin, el estudio lastima ojos con tanto brillo que tenía en su interior...

—¿Puedo pasar? — preguntó sin antes tocar la puerta.

—Claro que puedes nam — Respondió Seok Jin desde dentro

Nam, con cuidado de no romper nada abrió la puerta y paso cerrándola al entrar.

—Jin... Me preguntaba si — Comentaba nervioso mientras rascaba su nuca — ¿Quieres salir a comer conmigo? — soltó sintiendo un alivio. No sé imaginaba como sería el decirle que le gustaba.

—Oh nam, lo siento tengo una comida con yoongi... Me pidió un tiempo para hablar de algo de Jimin — Dijo volteandolo a ver mientras tomaba sus pertenencias — ¿Que te parece mañana? — Preguntó tratando de recordar su agenda.

—¿Mañana? — Pensó para después sacar su teléfono y checar sus notas. Estaba libre. —Claro, mañana nos vemos...

Dijo nam para salir después de haberse despedido... Por lo menos le daba tiempo de organizar un poco esta comida, claro que no cocinaría... Capas y destruía todo a su paso

Con calma, se dirigió al estacionamiento de esta empresa y subió a su bicicleta (el no usaba coche) comenzó a andar en ella, si tiendo el viento en su rostro y admirando el paisaje que una hermosa ciudad limpia.

Llegó a una plaza y estacionó su bicicleta afuera para después caminar a la entrada
¿Que me pondría a Jin? ¿Cosas rosas? Lo más probable era que sí.

Caminó buscando alguna tienda especializada en decoraciones y claro que había, entro a la primera que vio que fuera más glamuroso y Nice que hubiera y entró. Lo principal que compro ahí fue: Globos rosas, platos rosas, vasos rosas, rosa, rosa y más rosa.

Al día siguiente namjoon ya tenía todo listo, la comida que fingió hacer que realmente la pidió por delivery y más.

Jim llegó unos minutos tarde, llevo una botella de los mejores vinos que tenía en su departamento y paso a casa de nam

—Por lo que veo te esforzaste — comentó Jin mientras se sentaba en la sala.

—Si... Algo así — contestó nam nervioso mientras se rascaba la nuca.

Ambos continuaron son una plática algo breve, nada fuera de lo normal y después pasaron a comer. Todo por lo visto estaba delicioso, claro la casa estaba estable ya que nam no había cocinado.

—Vamos a él sofá, deja los platos en la mesa ya luego los recoges— dijo Jin mientras tomaba dos copas.

Nam paso a la sala y se sentó mientras veía como Jin a su lado abrió la botella de vino y sirvió en las dos copas

—Queria decirte algo namjoon...

—¿Que es Jin?

—Odio que seas al que todos se cogen... Yo solo te quiero para mí... Me encantas

Dijo Jin para después besarlo

Continuará