Cientos de "te quiero"

Lunes

Lunes, jodido lunes.
¿Por qué no simplemente tenemos clases los fin de semana y durante los otros días, vacaciones? ¿Por qué Dios?

Me levanté a duras penas de mí cama, bueno, si a esto se le puede llamar cama. Es más una cueva.
Cajas de pizza, ropa interior, ositos de peluche, condones...

¿¡CONDONES!?

Juro que no se como llegaron esos allí.

Me dirijo hacia el baño, tomo una ducha refrescante de aproximadamente 25 minutos...

Creo firmemente en los baños largos, nos renuevan.

Gracias a la reina naturaleza hoy no hace calor, nada mejor que unos jeans nevados, un poleron azul grande, botas de caña baja, y una bonita trenza espiga. Nada de maquillaje, mis rasgos son muy notorios y la verdad no necesito, mis ojos azules resaltan a simple luz y mis labios tienen un color rosado natural.

La mayor parte del tiempo paso sonrojada, así que...

Jodidas hormonas.

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Una vez lista bajé rápidamente las escaleras, pero como siempre, me enrrede con mi propio pié y caí de cara al suelo.

-Buen día linda, ¿te caíste?- preguntó Benjamín, mi primo. En estos momentos está reteniendo una carcajada, jodido cobarde- ¿Le confesaste tu amor al suelo de una vez por todas?

-Oh pues ya sabes, estoy aquí en plena ceremonia ¿y tú?- dije lo más sarcástica que pude, claramente enojada.

-El sarcasmo no es lo tuyo, linda.

-Ay ya, ayudamé- dije ya estresada por la situación, si no lo mencioné, sigo en el suelo.

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Llegamos al instituto 15 minutos antes, perfecto.

Nada más lindo que llegar y ver tu grupo incondicional de amigas esperándote en la puerta principal.

Bajé del volvo de mí primo y me dirigí hacia ellas. En el camino recibí varios, VARIOS, comentarios y uno que otro cumplido con respecto a mí, hasta de chicas.

Cuando las chicas me visualizaron agitaron sus manos en dirección a mí.

Dios, como las había extrañado.

Es exagerado, lo sé. Pero en 2 días y 16 horas se extraña mucho a las amigas.

-Lena ¿como has estado?- preguntó Kiki, la inteligente del grupo.

-Todo bien, sin novedades. A no ser... -pronuncié dudosa, mas bien, misteriosa. Las chicas hicieron ademanes con sus manos para que prosiguiera, lo cual me sacó una pequeña sonrisa- Adam me a invitado a salir éste sábado.

Adam es un chico de un curso mayor al mío, es jugador de basket, ojos color avellana y un físico tan...

Tal vez me haya desviado un poco del tema, pero no pude dejar de pensar en él.

El punto es que me invitó a salir, mas bien a tomar un helado. ¿Es una cita?

Pues, no se. Ojalá que sí.
La verdad me gusta mucho, pero yo no creo en el amor.

Es decir, me enamoró pero jamás, JAMÁS digo lo que siento.

Ya me han roto el corazón y no quiero pasar nuevamente por lo mismo. Prefiero tener citas y seguir con mis sentimientos en silencio, no quiero ser lastimada.

¿Te quiero? No.