-Un gusto, soy Jerónimo- dijo el chico devolviéndome una hermosa sonrisa.
-Lamento si te asuste con mis caras raras - mencioné riendo, él simplemente me miro a los ojos.
-Tranquila, te veías linda- mi cara en estos momentos debe ser como la de un tomate.
Sacudí la toalla que anteriormente había levantado de la arena y solo sonreí.
Me resultó algo extraño que este chico se me acercara, no sabía el por qué. Hasta que habló.
- Te me he notado conocida, pero cuando me mencionaste tu nombre me di cuenta que solamente me confundí, disculpa- dijo, se veía extremadamente avergonzado.
-Difícil que nos conozcamos, no soy de aquí, solamente estoy vacacionando. Y por otros medios, imposible- mencioné, haciendo referencia a las redes sociales, jamás me llamaron la atención, por lo tanto no uso.
Jerónimo, me observaba fijo esperando que continuara hablando, solo me limite a sonreír.
-Bueno Lena, nos estamos viendo- dijo y se fue. Admito que fue algo extraño, y que además, tenía un aire conocido.
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Luego de ese momento poco casual que sucedió en la playa, quede algo incómoda, o tal vez ansiosa. Sentí una brisa leve que recorría mi espalda, me hacia estremecer.¿Quién es ese chico?
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Pasaron los días tan rápido ¡ya tenía que volver a casa! Dios, cómo iba a extrañar este lugar.Me encontraba juntando mis cosas, tenia absolutamente todo tirado por todos lados, mis bikinis, mi ropa interior, desodorante, perfume...
No he vuelto a ver a ese chico, y por un lado creo que mejor así, me ha tenido pensando toda la semana, se que lo conozco, y él a mí. Esa absurda excusa de que solamente se confundió, se la cree solo mi abuela.
Una vez que recogí todo lo que estaba la habitación del hotel, me dirigí hacía recepción y me despedí, me han tratado de forma maravillosa. De camino a la salida iba pensando donde podría cenar antes de que el bus parta, hasta que sentí mi nombre.
-Ey, Lena! ¿Cómo estas?- preguntó Jerónimo, sinceramente le sorprendió verlo aquí. Se veía bien, daba la impresión de que saldría.
-Oh, hola. Bien ¿tú?- respondí, me vi obligada a sonreír, mientras él observaba mis detalles con demasiada cautela. Al igual que yo, observaba cada uno de sus rasgos y expresiones.
-Bien, gracias. ¿Vas de salida?- mencionó mirando mi vestimenta y mi maleta- pensaba invitarte a cenar.
Un momento.
¿Cómo sabe que me hospedo aquí?
-¿Cómo sabes que me hospedo aquí?- pregunté vacilante, tal vez no fue la mejor forma de hacerlo, pero este chico me hace sentir extremadamente incómoda, me intimida.
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Cientos de "te quiero"
Teen FictionNo lo encontraba. Busque, grité y corrí y no hubo rastros de él. Se me iba la voz, pero aún así, Trent no aparecía. Cada día qué pasa se me hace más difícil, fue mi culpa, lo sé. Necesito encontrarlo. Aún nos quedan cientos de "te quiero" por deci...