Nervios

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   El rostro de Julieta se semejaba a la pintura del grito, la boca muy abierta y los ojos como plato; casi podría jurar ver un pequeño hilo de saliva salir de sus labios... su cerebro estaba tratando de comprender la información, analizando y analizando y después quedaba solo en reseteo

   -entonces para ti la mejor idea fue dejar la prueba de embarazo sobre la repisa? Y luego no contestar mis llamadas?- la respiración profunda de mi padre hacia que los nervios en mi estómago se revolvieran o era acaso “¿el bebé?” -es una broma cierto?- por favor Arielle no te rías! No es el momento...

   -no es una broma papá- tuve que morder mis labios para no reír, mierda

  Aún por su lado Julieta estaba tratando de unir los hilos en su mente

  -asi que estás queriendo decir que aproximadamente tienes cuatro meses de embarazo? Suponiendo que sea cierto....- Julieta hacia unas señas extrañas buscando explicación lógica a su análisis final de la situación

  -quien está allí contigo? Es Julieta cierto?- las manos me empezaban a sudar y podía sentir como mi respiración se hacía más dificultosa. La voz de mi amiga y la de mi padre a través del teléfono se hacían lejanas y un zumbido empezaba a agitarme, una leve capa de sudor cubría mi frente y nariz

  No ahora no

  Mire mis manos las cuales sudaban y habían dejado de sostener el teléfono celular que había caído en algún momento al suelo; los latidos de mi corazón se habían acelerado notoriamente y algunas lagrimas querían ya salir de mis ojos

   De manera automática quise salir del auto que me sofocaba pero mis manos parecían inservibles para poder abrir la puerta, era otro ataque, se que solo tengo que respirar más lento, se que tengo que cerrar los ojos y concentrarme en que estoy bien, pero por alguna razón en este auto parece imposible. Julieta notó por lo qué estaba pasando y de manera rápida abrió la puerta del copiloto; fue un poco dificultoso poder salir por el pequeño espacio que había entre el coche de Julieta y la camioneta que estaba aparcada a un lado

   Mis pies empezaron a caminar muy rápido tal cual iban los latidos de mi corazón; no quiero que nadie me vea así, no soporto la idea de que alguien sienta lastima por esta situación o simplemente verme débil delante de todos. Pare de pronto mi caminata cuando me di cuenta de que no sabía donde estaba, a mi frente solo habían muchos árboles, cuando iba a girar para orientarme caí de rodillas

   Las lágrimas salían de a chorros por mis ojos, haciendo aún más difícil la tarea de poder conseguir un poco de aire; con todas mi fuerzas cerré los ojos y empecé a imaginar que todo estaba bien, el recuerdo de sus ojos azules vinieron a mi, estaba todo bien realmente?? Instintivamente pensé en el bebé que estaba en mi vientre, frote mi mano derecha en este lugar y traté de respirar un poco más lento alejando todas las ganas de llorar; aunque todo estuviera mal tenía que estar bien para mi bebé, yo tenía que estar bien para el... comencé a sentir las manos de alguien acariciar mi espalda y poco a poco su voz fue audible para mi

  -todo va a estar bien Arielle, tranquila- pude sentir que sus brazos se convertían en un abrazo, mi respiración se volvía regular y las lágrimas empezaban a dejar de salir

  -segura? Porque... Porque..- me aterraba pensar que ahora todo sería más difícil, porque sentía que no iba a poder seguir adelante si Cameron no estaba a mi lado, lo necesito conmigo, necesito verlo y que me diga que de verdad todo va a estar bien

  -ya lo veras- ella se levantó y se poso frente a mi con una mano extendida -ahora nos tenemos que ir porque tienes una cita- aquello me descolocó de mi lugar

  -de que hablas?- ella sonrió un poco

  -una cita con tu ginecólogo doooww- hizo ese gesto de torcer los ojos como si aquello fuera lo más lógico...

Si el Amor no fuera cierto- Cameron HerrinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora