Capítulo 3

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31/10/1542 00:30 a.m.

Ella no paraba de llorar, mientras suplicaba por su vida. Las lágrimas caían por sus mejillas, y su labio temblaba. El miedo se podía ver a través de sus ojos.

—Por fa-favor, te lo suplico.

—¿En serio crees que suplicando te salvarás? Eres más idiota de lo que creí.

—Por favor... haré lo que me pidas, pero no me hagas daño...

1/04/1542

Las puertas principales se abrieron, por ellas entraron los reyes quiénes iban tomados del brazo, y unos cuantos pasos atrás, el que sería el esposo de Amelia. Bajaron las escaleras lentamente y una que vez que llegaron a donde estábamos, nos saludaron.

—Buenas tardes, su alteza.— los tres hicieron una reverencia frente a nosotros.

—¿Buenas tardes? No seas ridículo, Roderick. Ven acá y dame un abrazo.— ambos soltaron una carcajada, y luego se abrazaron—¿Cómo han estado? Hace mucho que no los veíamos.

¿Hace mucho? ¿Alguna vez los habíamos visto? Yo juraba que eran unos completos desconocidos. Ahora entiendo porque madre estaba más alterada de lo normal. Ella suele ser muy perfeccionista a la hora de organizar todo para recibir visitas, pero cuando se trata de amigos y familia, es como si su vida dependiera de ello.

—¡Niklaus! Amigo mío, lamento todas estas formalidades, pero ya sabes cómo se ponen las damas presentes.

Mi madre y la reina de Lotus hicieron una mueca ante el comentario.

Mi padre soltó una carcajada —Lo entiendo completamente, las últimas semanas han sido una locura. Antes de que llegaran, casi se...

Mi madre lo interrumpió —Estamos muy felices de que puedan pasar unos meses con nosotros antes de la boda.

Los padres del príncipe plasmaron una enorme sonrisa en su rostro, a diferencia de ellos, el príncipe intentó sonreír pero salió más como una mueca.

—Daphne, un gusto saludarte de nuevo.—el rey besó su mano.

—Igualmente, Roderick.

—Daphne, querida, muchas gracias por invitarnos. —Myriam y mi madre se dieron un beso en cada mejilla. —Estamos muy felices de poder estar aquí, y creo que es una buena forma de que nuestros hijos se conozcan antes del gran día.

—Fue justo lo que pensé. Y estoy segura de que recuerdan a mis tres hijos— mi madre se acercó a nosotros, y nos comenzó a presentar —ella es Amalia, la mayor; ella es Charlotte, la de en medio; y él es Archie, el menor.

—¡Por supuesto que los recordamos! ¡Han crecido mucho!—exclamó la reina— Aún recuerdo cuando eran unos bebés. Roderick, ven a saludar.

—Estoy justo a tu lado, querida.—luego se dirigió a nosotros.—Es un placer volverlos a ver.

Roderick, es un hombre alto. Su cabello es negro y ondulado, sus ojos son de un café claro, y su piel es blanca como la nieve. Es claro que cuando era joven se ejercitaba, y su rostro se ve cansado, pero también algo alegre y poderoso.

Myriam, también es alta, solo unos centímetros más que mi madre. Su cabello es rubio y liso, sus ojos son de un azul claro, y su piel es clara pero no tanto como la de su marido. Tiene un rostro bien cuidado, y lleva muy poco maquillaje encima.

—Max, no seas maleducado, saluda.—le ordenó su madre.

El príncipe se acercó a mis padres e hizo una reverencia, —Es un placer conocerlos a todos. —después se acercó a mi hermana y besó su mano. —Mi nombre es Maximus.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2022 ⏰

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