Capítulo 01

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31/10/1542 1:13 a.m.

Todos lloran mientras observan el cadáver ensangrentado de mi hermana, todos son un mar de lágrimas, excepto Archie y yo que miramos estupefactos la escena. A pesar de que ambos sabemos quien lo hizo estamos congelados en nuestros lugares, sin poder emitir una palabra o sonido.

Nadie puede creer lo que está pasando, "¿quién sería tan vil y cruel como para matarla a sangre fría?" Es lo que todos se están preguntando en estos momentos. Sinceramente no me sorprende, ella se merecía esto y mucho más.

A veces no podemos tener lo que queremos y ella lo aprendió de la peor manera.

31/03/1542

—¡Charlotte!

—Las damas no gritan, madre—le doy un sorbo a mi taza con café recién hecho. Se cuanto odia que tome café, y debo admitir que esa es la razón principal por la que lo tomo.

—No me hables así jovencita— mi madre cruza la puerta de mi habitación, y no hace falta mencionar que está molesta. —Le dije a Jennifer que te llevara al jardín junto con tu hermana.

—Lo sé, y déjame decirte que hizo un gran intento por llevarme, pero...

—¿Pero qué?

—No me dieron ganas de salir al jardín y bueno, ya sabes el resto.—Y si, esa es toda mi explicación. Simplemente no me gusta que me ordenen que hacer.

Odio todo lo que tenga que ver con las estúpidas reglas que tenemos en este castillo. O en cualquier lugar. Soy un alma libre, ¡déjenme vivir en paz! Además si no tengo ganas de hacer algo, no lo hago y ya.

—Te explique muchas veces el porque de estas lecciones— me apunta con un dedo mientras me mira fijamente—No quiero que cuando llegue la-

—Si, si, si, ya lo sé. No quieres que cuando llegue la familia real de Lotus, crean que no estamos bien educados, y por eso quieres perfeccionar todo lo que nos han enseñado a lo largo de nuestra vida— repito lo que nos dijo hace unos días —Aunque yo pienso que más bien no quieres que Archie y yo te avergoncemos, o que se nos ocurra hacer alguna travesura. Porque claro que Amalia jamás haría algo así, porque es la hija, la princesa y la futura reina perfecta. ¿O me equivoco?

—Si, si te equivocas. Amalia también está practicando. Y ya te he dicho que dejes de tomar café, las damas solo tomamos té.—Y con eso ya se que va a empezar con su sermón de las damas, las princesas, etc...

Primero que nada quiero decir que todo mundo toma café, número dos el café es la mejor bebida que pueda existir, y número tres ¿quién rayos no toma café?

—Habla la que llego gritando.— me paro de la silla lista para salir de mi habitación y no tener que seguir con esta conversación.

Sinceramente me vale una mierda lo que diga la gente sobre ser una dama. Si a mi me gusta hacer algo, no veo porque dejaría de hacerlo, solo porque alguien piensa que no se ve bien. A la mierda todo, es mi vida, y nadie puede decirme como vivirla.

—¡Háblame con más respeto porque no solo soy tu madre, soy la reina y no voy a dejar que alguien inmadura y con aires de grandeza me hable así!

—Oh, entonces ¿crees que tengo aires de grandeza? Me alegra que te hayas tomado el tiempo de notarlo, espero no haya sido muy cansado.— la mire con una sonrisa burlona.

—No pienso discutir más de este tema contigo, ahora baja al jardín y espérame con Amalia y Archibald ahí.— comienza a caminar hacia la puerta —Y quiero que mañana cuando llegue la familia real de Lotus te comportes como te hemos enseñado— ruedo los ojos —Y no hagas esas caras. ¿Entendido?

RAMÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora