¿ y si contamos las estrellas ?

𝘊𝘈𝘗Í𝘛𝘜𝘓𝘖 13

Salí a la puerta de mi casa y ahí estaba mi novio y mis amigas esperándome en el coche de el hermano de mi mejor amiga Eli.

- wow estas preciosa Mar - Dijo mi novio 

- Gracias tú también-

Nos dimos un beso en los labios y empezaron a conducir de camino a la fiesta.

Cuando llegamos a la fiesta lo primero que hice fue pedir algo de beber que tuviera mucho alcohol ya que iba a ser la primera vez que salía de fiesta y quería emborracharme. La noche fue tranquila hasta que yo me emborraché y empecé a hacer miles de cosas sin pensarlas .

Primero un chico alto se me acercó y me estampó un beso en los labios yo como estaba borracha le seguí el beso  terminamos haciendo el amor en el baño.

Cuando salí del baño me encontré a mi novio Cristian enrollándose con una chica que yo conocía demasiado bien era ni más ni menos que Andrea mi ex mejor amiga que me había hecho la vida imposible cuando iba a primero de la eso. De el susto que me di y de lo borracha que estaba me desmalle, y cuando me levanté estaba en el hospital y puede ver a mi madre con los ojos rojos y unos pañuelos en las manos.

- Donde estoy - dije 

- Oh marcis has vuelto a recuperar la conciencia - dijo ella 

- Doctor, Marcis se ha despertado - grito mi madre desconsolada mente

Cunado vino el doctor me hicieron unas cuantas pruebas, estuve una semana ingresada en el hospital porque me había dado un ataque de ansiedad mezclado con un coma etílico, y estuve apunto de perder la vida ya que cuando me desmalle me di un golpe en la cabeza y me hice una brecha.

Desde ese día no volví a beber más, y tampoco volví a saber nada de Cristian, pero por lo que yo investigue gracias a mia amigas se mudo a otra ciudad y se fue a vivir con su tía.

Desde entonces nunca he vuelto a tener novio.  

Que os a parecido mi historia veis razonable con no beba verdad.

La fiesta fue una pasada cante, grite, baile y me lo pase genial, pero cuando ya Leila estaba muy borracha decidimos irnos ya a casa le dijimos a Lais que si nos podía llevar a casa pero nos dijo que había bebido y que no nos podía llevar. Pero su amigo el que me presento antes no había bebido nada y se ofreció a llevarnos a casa.

- Muchas gracias Álvaro por llevarnos a casa - Dije 

- De nada por cierto me podrías dar tú número de teléfono, por si algún día te aburres y quieres ir a tomar algo con alguien me puedas llamar - Dijo 

Me lo pensé un par de veces y al final acepté.

- Adiós Álvaro ya nos veremos- dije 

- Adiós Mar - 

Legamos a casa y Leila se fue a darse una ducha y yo me dispuse a desmaquillarme y cambiarme de ropa en silencio para no despertar a Margot que estaba ya dormida.

Me lavé los dientes y me metí en la cama.

Al día siguiente tenia Universidad me levanté a las seis de la mañana como todos los días y me preparé mi cafe. 

Cuando fui a la cocina me encontré a Margot.

- Buenos días - dije

- Buenos días ¿ que tal la fiesta de ayer ? - Me preguntó 

- Muy bien, a la próxima te apuntas Margot - 

- No gracias - respondió

Solté una carcajada, y ella también, era la primera vez que la oía reírse tenia una risa muy bonita y contagiosa.

- Por cierto y Leila - Pregunté

- Ni idea -

- voy a ir a su habitación a buscarla - Decidí

- De acuerdo - 

Fui a la habitación de Leila abrí la puerta y ahí me la encontré, tirada en la cama roncando como un oso.

- Leila - chillé 

- Leila - repetí 

- Quee - dijo Leila bostezando 

- Son ya las seis y media tienes que levantarte - 

- No puedo Marcis, me duele mucho la cabeza y me mareo - dijo Leila 

- Eso te pasa por beber tanto ayer, mírame a mi estoy como una rosa -

Leila soltó un gruñido y se levantó de la cama yéndose dirección al baño.

Me fui a la universidad y esta vez el día se me hizo bastante lago, tuve que hacer muchos trabajos en grupo y muchas tareas que tenia pendientes del día anterior. A la hora del recreo me junté con Leila la pobre no se sostenía en pie tenia una resaca increíble.

- Mar nunca dejes que vuelva a beber tanto por favor -

Me reí 

- Esta bien, aunque no creo que me hagas caso -

Nos reímos las dos