APARIENCIAS [Daddy and Baby Boy] [Gay]

03

“Niño Grande”

El pelinegro conducía el auto camino a la escuela de su novio, mientras que Nico revisaba por 5ta vez que todo estuviera en su mochila.

El menor asistía a una escuela técnica, a la especialización de tecnología, su especialización le daba 2 años más de colegio para poder conseguir un título básico sin la necesidad de asistir a la universidad (cosa que sí planeaba hacer). No era algo muy agradable para cualquiera ¿Quién querría quedarse 2 años más de escuela? pero al menos una de las ventajas era que el viaje de final de curso era elegido por los estudiantes, y al ser todos mayores de edad, “alcohol legal” era el único plan definido por su sus compañeros.

Pero más allá de eso, a Nico le agradaba la escuela, había adorado todo lo que tenía que ver con la informática y tecnología desde muy joven. Si quiera antes de conocer a Victor, él ya soñaba con trabajar en una de las grandes empresas como la que le pertenecía a su novio. Además, llegaba a pensar que si no tuviera ese par de años más de escuela, tal vez nunca hubiera tenido el tiempo suficiente para conocer a Víctor antes de entrar oficialmente a la universidad.

—Ya llegamos— el mayor estacionó dos cuadras antes de llegar a la institución —¿Seguro que no quieres que te deje más cerca?

—¿Y dejar que mis compañeros me vean? No gracias.

—¿Te avergüenza?

—No es eso, ya te explique cómo son los chicos— cerró al fin su mochila y se volteó a ver al mayor —Si ellos me vieran bajarme de un auto como este se pegarían a mí como Mía Thermopolis después del glow Up.

—Wow, que... buena referencia.

—No me das vergüenza, papi— se acercó y besó la mejilla de su novio —Es solo que venir en algo muy caro es algo... Excesivo.

—Cualquier otro chico opinaría totalmente lo contrario.

—Sí, pero yo no soy como los otros chicos— le guiñó un ojo —Por eso me elegiste.

—Tienes razón.

El mayor tomó la nuca del joven y lo atrajo hacia él, dándole un corto pero dulce beso.

—¿Quieres salir en la tarde?

—Oh, lo siento, bebé— el menor frunció el ceño por unos segundos a modo de broma —Hoy tengo una junta muy importante, es probable que no llegue hasta la noche.

—Bien, lo entiendo.

—¿Volverás solo o prefieres que mande a alguien a buscarte?

—Papi, ya soy “niño grande”— dijo lo último con un tono seductor —Puedo volver a casa solo.

—Está bien...

—Además, tal vez que salga con mis amigos, les preguntaré, siempre están libres y hace mucho no salimos.

El chico comenzó a acomodarse ma mochila, a punto de bajarse del auto.

—Oye, bebé, espera— el mayor lo detuvo.

—¿Mhn? ¿Qué pasa, amor?

—Ten, quiero darte algo— metió la mano en su saco y tomó su billetera —Para que salgas con tus amigos, solo no olvides avisarme.

El menor recibió en sus manos una tarjeta naranja con bordes dorados.
—Wow ¿Me das esto?

—Por hoy, pero sí.

—¿Acaso viajé en el tiempo? ¿Qué sigue, si te hago una mamada me regalas un condominio?

—Anda, no juegues.