06

528 18 6
                                    


“Los planes de Daddy 1/2.”

Llegó el fin de semana y Nico estaba corriendo de un lado al otro por su habitación.

No se encontraba en casa de sus padres, ellos estaban de viaje por una boda, por lo que ese fin de semana lo pasaba con Victor. Aprovechando eso, su novio le dijo que tenía una velada muy especial preparada para él, pero como Victor es un completo desgraciado, no le dijo a dónde iban.

Ahora se sentía como una colegiala que no sabía que zapatos ponerse para su cita.

A partir de que Nico invadió la casa del mayor y pasan la mayoría del tiempo juntos, las citas o salidas de lujos quedaron en segundo plano. El menor se acostumbró a las noches de karaoke en la sala, las cenas improvisadas en la terraza y las tardes de película sobre la comodidad de su cama, que obviamente terminaban en situaciones más adultas. Esta era la primera noche en la que salían después de mucho tiempo ¡Y Victor no le quería decir a dónde!

No le importaba si era algo sencillo o lujoso, la simple idea de que su novio se haya tomado el tiempo para planearlo era... Hermoso.

Estaba dentro del armario (de forma literal), abriendo cajones y desacomodando toda la ropa en su lado, buscando el atuendo perfecto. La única indicación que le había dado el pelinegro fue que fuera con ropa cómoda y que le gustara a él.

Nico tenía un pijama de dinosaurio que era cómodo y le gustaba, pero definitivamente no iría con eso puesto, tenía sentido común.

Desde que había empezado su “relación” con Victor, su armario comenzó a llenarse de todo tipo de prendas. Cosa que Nico se quedaba viendo en un aparador, cosa que Victor compraba. Tenía desde camisas de señora de las lomas hasta calzones con estampados de fresitas cuyo precio le pareció completamente absurdo, pero su novio se los compró igual. Aunque claro, su prenda favorita era la remera de ‘Rata Blanca’ que le robó al mayor y que ahora Nico usaba para dormir. Dios, cómo amaba esa remera.

Frustrado, se dejó caer sobre la pila inmensa de ropa que tenía tirada, negándose a moverse de ahí, principalmente porque estaba muy cómodo.

Justo al momento llegó Victor, a la hora que había indicado. Terminó de preparar los últimos detalles de la velada que tenía planeada para su novio, quería darle una noche especial y compensarle las noches que había llegado tarde por su trabajo. Ese día apagaría el teléfono y se centraría únicamente en su pareja.

—¡Bebé, ya llegué!— gritó al llegar a la sala y quitarse el saco.

Avanzó hacía la habitación cuando no obtuvo respuesta, ya se acostumbró a eso, pero aún así siempre se preocupaba.

—¿Amor?— al llegar, tampoco lo vió.

—¡Mmhhhm!

La puerta del armario estaba abierta, al entrar pudo ver a su novio, en calzones, tirado boca abajo sobre una pila de ropa. La imagen pudo haber sido tentadora, si no fuera por el desastre de ropa que había por todos lados.

—¡Nico! ¿Qué hiciste?

—¡Esto es tú culpa!— levantó la cabeza para mirar a su novio.

—A ver ¿Cómo puede ser mi culpa?

—¡No me quisiste decir a dónde vamos! No encontré que ponerme.

—Amor, ya hablamos sobre ser un cliché gay— se cruzó de brazos.

—¡No soy un cliché gay! Si lo fuera, ya abría encontrado el atuendo perfecto.

—Bebé...— Victor se sentó junto a su novio, en el piso, y acarició su mejilla —Te dije que buscaras algo cómodo que te gustara.

APARIENCIAS [Daddy and Baby Boy] [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora