-✧･⋆˚¡Baji-san!; omegaverse⋆｡ ⋆๑

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¿En que año estamos? 🥲

Abrí los ojos, un limpio paisaje me miraba de frente; conocía, extrañamente, muy bien las posiciones de cada nube surcando por el cielo; que era un poco más de mediodía y el lugar donde estaba parado era un arenal construido para que los niños del complejo pudieran jugar.

Yo precisamente no estaba jugando allí, porque por el dolor punzante dentro de mi boca, seguido de un sabor raro y molesto podría entender que estaba siendo golpeado. 

Específicamente por esos brabucones sin escrúpulos frente mío, que extrañamente me veían con miedo; sabía que este era el sueño habitual y recurrido que tenía casi siempre. 

Lo que no era común es esa mirada de miedo, ellos debían de verse molestos, con todas las ganas de golpearme para que luego haga su aparición, él.

Si, así debía de ser. Parece que hoy no era el día de seguir las reglas.

Tampoco pensaba que él podría llegar a hacer su aparición, el sueño era distinto, ya me habían golpeado y para mi pesar no sabía que ocurriría.

—¡Entonces no los quiero volver a ver!

Ese grito salido desde lo más profundo de quien gritara aquello me había sorpendido tan igual que a esos estupidos de mi enfrente. Aunque ellos se veían más afectados, porque no dejaron de llorar y correr tan lejos como sus patéticas piernas les permitieran, siendo sincero hasta yo tenía ganas de huir, aunque no tanto... No sé que está pasando.

—Tsk-, imbéciles descerebrados.

Y después de volver a escucharlo sentí como todos los hilos se iban uniendo en mi cabeza. Aún sin voltear a verlo podía asegurar firmemente que quien me había defendido hoy no era él, claro que no, sino Baji-san. ¿Por qué ahora en mi sueño me defiende Baji-san?

—No entiendo...—me dije a mi mismo, sobando mi mejilla todavía con sangre— esto no pasa así, qué mierda est-

—No creo que decir mierda sea adecuado para alguien como tú, niño.

Mi propia curiosidad me impedía voltear, porque no sabía si vería al Baji-san que conocía o un Baji-san extraño creado de mi imaginación sin son ni ton. 

Tal vez había creado una especie de Baji infante; aunque no estaba seguro, y sabiendo que todo esto es soñado, que nadie más que yo lo sabría tenía verguenza.

¿Por qué esta vez estaba soñando con Baji-san?, me pregunté.

—Ni para ti decir imbéciles descerebrados, ¿no lo crees?

Por fin lo hice y como lo tenía pensado, después de verlo me sentí maso menos tranquilo, era el Baji-san adolescente que conocía y yo de repende ya era adolescente también, estaba con ropa casual pero igualmente tenía mi cara con golpes y manchas de sangre.