El Dolor No Es Para Siempre..|[Cristiana]

CAP . 3

Narra Stella.

Hoy es un día nuevo, un nuevo capitulo empieza en mi vida, eso quiere decir que no tengo tiempo que desperdiciar.

-Stella por favor, apresurate- grita mi madre desde el segundo piso.

-Lo sé madre, allá voy- agarro, una torta
Y me dirijo hacía mi universidad.
...

-Hola ya llegué!- grito entrando a mi casa, solo se escucha el eco de mi voz, que resuena.
Supongo que no hay nadie.

...

-Dios le bendiga hermana, ¿Como ha estado?- saludo a la pastora.

-Dios te bendiga, muy bien gracias a Dios ¿Y tú?- estrechamos nuestras manos.

-Un poco preocupada por Nayami - Respondí divagando un poco.

Es verdad, Nayami la líder de jóvenes, tuvo un problema con sus padres.
Siempre vemos que va al culto todos los días pero ya lleva dos días sin regresar a casa.
Nayami es alguien tranquila, pero esta vez no se que le pasó.

Es alguien casi perfecta. Pero no entiendo por qué pasa esto.

-Si hija, nadie sabe nada de ella; las autoridades dicen que a lo mejor se fue con el novio, ya sabes lo que siempre piensan- Miró hacía el suelo y luego me miró a los ojos- Hija en esta vida no todo es fácil, hay días "buenos" y días "malos" para las personas comunes, pero para nosotros son todos días "especiales" entremos- mencionó entrando, mientras miraba el hermoso y despejado cielo.

- El problema puede parecer gigante, pero el diablo fue vencido en la cruz del calvario-.

....
Llamada telefónica...

♪Din Dong Ding Dong♪

-¿Bueno?-.

.....

-¿Alo? ¿Quién es?-.

*jadeos*.

*Cuelga*.

Fin de la llamada telefónica.

.....
En la casa abandonada.

Narra Cofi.

Eran las 6:00am.

-Cristin- susurré.

Me levanté con náuseas y un poco de mareo, pero es lo normal con esta cosa.

-Cristin, levántate viejo- lo moví- no es hora de tus bromas, ya va a amanecer y tenemos que irnos-

¡Aaaahg! No respondía ¿Que hago?, ¿Que  era lo que pasaba?
Me levanté para checar a Cristin.

-Cristin...- con la poca luz que alumbraba por ese pequeño agujero, el cual ayer nos estábamos escondiendo de los policías, se podía ver una mancha grande de sangre, que todavía estaba fresca.

-cristin, ¡Levántate!- le grite lo más fuerte que pude- no hagas esto, ¡Cristin! ¡¿Quieres que te levanté yo e?!- lo miré con rabia.

No me dí cuenta que conforme sacudía a cristin mis lágrimas iban cayendo de a montones, quería detenerlas pero ellas ahora eran más fuertes que yo.

Ya se podía ver la luz del día que alumbraba toda aquella casa abandonada. Pude observar que cristin tenía muchísima sangre en la cabeza y en todo el cuerpo.