Prólogo: Leyenda y sueños

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Hay una leyenda en el pueblo Atardecer acerca de hermosos chicos y chicas que están destinados a correr junto con los lobos, o sea, a unir sus vidas con ellos. Esa leyenda no es simplemente una, es más bien una realidad que no todos quieren aceptar, pues cuando un hombre lobo madura, es tiempo de que un joven o una joven desaparezca. A menudo se puede ver, en el atardecer, por las praderas, a lobos enormes junto a sus parejas. Es un espectáculo. Se dice que hace muchos años, los humanos eran constantemente acosados por los hombres lobos, ante el asesinato de varios de ellos, los espíritus femeninos del bosque dieron hijos hermosos a los humanos con la condición de que fueran criados por ellos, para que cuando crecieran se los ofrecieran a los lobos. Los espíritus del bosque anteriormente, habían realizado un acuerdo con los lobos, ellas les darían a sus hijos a los humanos y estos cuidarían de ellos y llegado el momento, los lobos vendrían por ellos, para hacerlos sus esposos así logrando una exitosa descendencia y evitar la soledad que tanto los aquejaba. 

Solo en otoño se dejarían ver por los humanos jugando en las praderas y permitiendo que los hijos que criaron los humanos se reúnan con ellos. Otoño, una temporada de encuentro. 

Esa leyenda cobra sentido para MinSeok ya que sabe que muy pronto, su lobo vendrá por él, pues tiene sueños extraños, se sueña con ropa dorada, descubiertas en algunas partes como las clavículas, partes del abdomen, piernas y brazos; hay joyas en su cuello, tobillos, muñecas y hay cadenas en su rostro y cabeza, doradas. Lleva consigo un arco. También se sueña montando a un lobo negro mientras ambos miran a las personas que tienen enfrente y siguen su camino. Ha soñado al lobo, pero también parte del hombre, parte de sus ojos, sus pómulos, su boca. 

Sus pensamientos se ven interrumpidos cuando su mejor amigo se sienta a su lado, le trae algo de comida y le entrega una cajita de leche sabor vainilla. 

—Gracias, JongDae —le agradece. 

Ambos están sentados en una mesa de la cafetería, tienen una hora libre por lo que han ido a desayunar. Justo cuando mira a JongDae, los recuerdos del hombre de sus sueños golpean su mente, parece ser que JongDae sabe algo porque sonríe. 

—JongDae.. tú… —quiere preguntarle cosas, pero el otro reacciona. 

El mencionado acomoda el gorro de MinSeok —: Estaba un poco de lado —se excusa. 

Todavía no es el momento para que MinSeok sepa la verdad. 

🌼
Hola, hola, ¿cómo están? Espero que muy bien!

Es cortito, pero espero les guste! ¿Qué les pareció? ¿Les está gustando?

Gracias por leer!

Hombres que corren con lobos || ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora