Epílogo

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Olivia

-Nuestra propia canción-

8 años después.

Camino por las calles de la ciudad mientras miro los edificios, las personas, la vida en sí—creo que hace mucho había comentado que me gusta ver la vida de las personas desde otra perspectiva—hasta llegar a la cafetería.

Abro la puerta y me acerco al mostrador. Observo el menú por un segundo y luego saco mi cartera.

-Buenas tardes—me subo los lentes—¿podría ordenar un café? Descafeinado y con leche de almendra por favor.

-Claro, en un momento se lo traigo—sonríe.

-Muchas gracias.

Me siento en una silla vacía y veo la televisión. Hay un programa de soccer, al parecer. Unos minutos después, mientras sigo esperando mi café, escucho el timbre de la puerta, pues alguien a entrado. Volteo a la puerta para ver quién es.

No puedo creer a quién estoy viendo.

Asher... El famoso Asher ha entrado.

Hace tanto tiempo que no lo veía en persona, ha cambiado mucho, se ve más grande, tiene un estilo diferente, se dejó crecer un poco el cabello.

Se sienta al lado mío pero no se da cuenta de que estoy ahí. Me quedo un tiempo en silencio para ver si se percata de que estoy al lado.

Al darme cuenta de que no habla, yo comienzo a hablar.

-Vaya, vaya, vaya... Je ne peux pas croire que tu ne me reconnaisse pas. Bon je comprends, ça fait longtemps qu'on ne s'est pas vu—digo.

Asher voltea al instante, con una cara confundida o sorprendida. Parpadea asegurándose de que soy yo.

-¿Olivia?

-Asher...—sonrío.

-¿Qué haces aquí?

-Vengo a tomar un café antes de ir a trabajar. Últimamente me gusta tomar un café por las mañanas malamente porque... tremenda gastritis que tengo a causa de...—me río un poco—¿Qué hay de ti?

-Lo mismo digo.

-¿Hoy es tu presentación? Escuché que darás una gira con tu nuevo álbum.

-Claro. Dos presentaciones el día de hoy, luego me iré a Nueva York para el tercer concierto. Al final de todo terminaré recorriendo algunos países.

-Suerte. Adoro tu nuevo álbum, en especial la canción llamada "Knife", es muy buena, de mis favoritas.

-Gracias—sonríe.

La muchacha que trabaja aquí me da mi pedido. Tomo el café caliente con una mano y lo acerco a mí.

-Gracias—le digo.

-¿Qué le traigo?—le pregunta la muchacha a Asher.

-Un café negro, por favor, sin azúcar.

-De inmediato—se aleja.

-¿Sabes francés?—me pregunta Asher mientras me voltea a ver—acabo de escucharte hablarlo, ¿cuándo aprendiste?

-Digamos que un chico de ojos verdes que iba en la misma preparatoria que yo me dejó con las ganas de aprender francés, así que entré a un curso hace unos años.

-Guau...—sonríe a lo bajo—lo hablas muy bien.

-Gracias. ¿Qué tal tu esposa?—pregunto—escuché en las noticias que van a tener otro bebé.

-Sí... será una niña. Amelia tiene ocho meses de embarazo ya. Estamos planeando todo.

-Felicidades, seguro tendrán una hermosa familia.

-Gracias.

Tomo un sorbo de mi café y miro la hora. De me hace tarde para el bufete por lo que me levanto de la silla.

-Ouh. Debo irme. Tengo trabajo y espero no llegar tarde.

-Espera... Tengo una pregunta para ti, antes de que te vayas.

-Claro. ¿Qué ocurre?

-Se qué puede sonar raro después de tanto tiempo sin vernos pero he estado teniendo algunos problemas con una segunda voz y...—se corta.

-¿Y...?

-¿Sigues... cantando?

-Oh, era eso. Solo de pasatiempo, más cuando cuido a mi sobrina, le encanta poner karaoke en la casa cuando mi hermana no está—tomo mi maletín.

-¿Te gustaría algún día... que continuemos con la canción que escribimos?

-¿La que escribimos en el instituto? Era un asco—río un poco.

-Podemos mejorarla un poco... y no lo sé. Sacarla cómo canción oficialmente, digo, solo si tu quieres, claro. Sería lindo volver a escribir algo juntos. Planeo hacer alguna colaboración pero no he encontrado a nadie y... tienes una hermosa voz.

-Mmm... lo pensaré. Será una decisión difícil de tomar, pero.... tal vez.

-Bien...—sonríe—Si aceptas puedes mandarme un mensaje, mismo número—guiña el ojo.

-De acuerdo. Nos vemos, Asher—agarro mi café—Fue un gusto verte nuevamente. Ya había pasado un muy buen tiempo desde que nos vimos. Cómo ha pasado el tiempo ¿no? Parecía que fue ayer cuándo andábamos por las calles.

-À bientôt olivia.

-Saluda a Amelia por mí. Solo pude conocerla unas pocas veces. Es una mujer encantadora.

-En verdad lo es... La amo.

-Maintenant si je dis au revoir.

-J'espère que tu diras oui à la chanson.

-Tu sauras bientôt.

Salgo de la cafetería y bajo mis lentes de nuevo mientras llevo el café en la mano.

Oh, vaya. Es momento de terminar con esta historia. Fue un placer narrarles esta historia de mi vida para ustedes. Es lindo saber que pude contarles sobre mi vida y como pude sanar yo misma. Me he dado cuenta de como podemos ver las cosas de diferente manera y como podemos aprender a cuidarnos.

Gracias por todo.

Pero primero les diré unas cosas... No crean que se desharán de mí tan fácil.

Puede que algunas cosas quedaron en duda, así que claro que se las respondo. ¿Qué si me había enamorado de Asher hace años? Claro que sí. Tal vez no lo sabía con claridad, pero siempre lo hice, me di cuenta con el paso de los años sobre qué es el amor.

¿Era el indicado? Tal vez, uno nunca lo sabe. La vida es inesperada...

¿Era el momento correcto? No, no lo era. Ambos teníamos caminos separados, pero tal vez en otra vida podamos estar juntos. Tal vez con menos problemas, o incluso más... Uno nunca sabe lo que la vida le planea.

Seguro algunos tendrán esta pregunta. ¿Qué es el amor para ti? Para los que me lo pregunten, contaré nuestra historia. No podré cambiar el final pero sonreiré con el inicio.

¿Recuerdan cuándo dije que la vida parece una canción con fondo mal escrito y desafinado? Bueno... Tal vez puede serlo pero hay que entender la letra de la canción, porque no representa la melodía de nuestra propia vida.

Nuestra propia canción [ Libro 1 • ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora