Emilio.
Carol fue mi compañía la noche de hoy y aunque mi mente estaba en la pelinegra de ojos celestes no podía hacer más que quedarme sentado y esperar a que esto termine de una buena vez.
La reunión no fue muy entretenida como otras o al menos yo no la estaba pasando bien, sabía que era o mejor dicho quien era la causante de mi frustración y es que verla con aquel tipo desde que la noche comenzó, no me dejaba tranquilo por lo que la seguí cuando vi que se levantó de su silla.
-¿a donde vas? -hablo haciendo que volteé.
-Veo que no se te quitara la manía de seguirme a todos lados -sonríe y vuelve a voltearse y caminar hacia una habitación que supongo es el baño.
Freno la puerta con la mano cuando veo que esta por cerrarla y me meto dentro de la habitación la cual no era un baño, Alexia simplemente me mira esperando una explicación pero tenerla frente a mi reluciendo aquel vestido negro esta haciendo efecto en todo mi cuerpo.
-¿quien era el tipo con el que hablabas?
-¿disculpa?
-Lo que oíste, ¿quien era ese tipo?
-Eso a ti no te importa -se cruza de brazos- sal de la habitación Emilio.
-No me iré hasta que no me digas quien es ese tipo y hazlo ahora si no quieres que vaya a romperle la cara -me acerco a ella tratando de parecer alguien desafiante pero no fue así, ella lo era aún más.
-Cariño -acorta todo tipo de distancia entre nosotros y posa sus manos debajo de mi saco hasta dejarlas en mi espalda baja- pensé que eramos personas adultas y que estas cosas de adolescentes ya no se hacían.
-Alexia no juegues con mi paciencia -me alejo y esta ríe bajo- te lo preguntare una vez más y si no quieres que arme un escándalo responderás, ¿quien mierda era aquel tipo?
Ella no dice nada, simplemente me mira con sus pupilas dilatadas y una sonrisa mientras presionaba su labio inferior, ella se acerca nuevamente y me toma por sorpresa cuando sus labios se posan en los míos demandando un beso que me fue imposible negar.
-No sabes como me pone verte de este modo -habla sobre mis labios y baja sus manos hasta los botones de mi camisa- haces que quiera acabar con el simple hecho de mirarte Ransom.
No habla más porque vuelve a besarme mientras sus manos se deshacen de mi ropa al igual que las mías la suya, se aleja unos segundos para ponerle seguro a la puerta y luego vuelve para terminar lo que antes hacía, nos dejamos caer sobre el sofá que había detrás nuestro y hago que se sienta a horcajadas sobre mi.
Su cadera se movía de un lado a otro sobre mi, mientras que mis manos no se quedaban quietas porque recorrieron su cuerpo un sinfín de veces al igual que las suyas. No me da tiempo a nada cuando es ella quien se monta sobre mi y comienza a subir y bajar, no recordaba lo bien que se sentía que alguien cabalgue encima mio hasta que ella lo hizo, tampoco recordaba cuanto me gustaba escuchar a una mujer gemir mi nombre hasta que ella comenzó a hacerlo, no recordaba lo bien que se sentía estar dentro de ella y se que no dejare de saciarme de ella en ningún momento.
-¡joder! -jadea aferrándose a mi cuello cuando su orgasmo llego y se llevó al mío con el.
Nos quedamos unos minutos así, ella abrazada a mi cuello y yo a su cintura, huelo el dulce aroma de su loción y beso su hombro descubierta, luego subo a su cuello y sonrió cuando su piel se estremece en segundos, sigo hasta el lóbulo de su oreja mordiendo y lamiendolo, prosigo a su mejilla y terminó besando sus labios hinchados por todo el tiempo que los bese anteriormente.
-Tengo que viajar mañana -habló al separarme- no quería irme sin tenerte conmigo antes -rozo mi nariz con la suya.
-Lo sabía, estoy enterada de todo lo que haces cariño -sonríe y deja un casto beso en mis labios para luego levantarse y comenzar a vestirse.
-¿como es eso? -me levanto a vestirme también- no sabia que investigabas sobre mi.
-No lo hago -afirma acercándose y volteandose frente a mi- me lo dijo Fabio hace unos días cuando hablo con tu abogado sobre el contrato de renovar, súbe el cierre por favor.
-¿Fabio y mi abogado? ¿Desde cuando? -pregunto con un deje de asombro pero esta ríe.
-Ellos son amigos, ¿acaso no sabes que son personas casadas? -me mira por encima del hombro.
-No indagó la vida privada de mis empleados -hago a un lado su cabello y comienzo a subir el cierre del vestido.
-Apestas como jefe -voltea su rostro hacia adelante y yo dejo un beso en su hombro luego de terminar mi tarea.
-Soy el mejor jefe de todos, te lo puede decir cualquiera.
-si claro -niega aun sonriendo y se aleja para buscar su abrigo- ¿que harás en Barcelona?
-Iré a por cosas de trabajo, y supongo que tendré que visitar a mis padres después de todo.
-¿y porque lo dices como si fuera algo que te molestara? -me mira incredula, ella no lo sabe.
-Porque me molesta tener que hacerlo -respondo sin mas- pero no quiero que esta conversación se base en mis padres, mejor dime si haremos llamadas calientes o me mostrarás la ropa interior que llevas al trabajo -envuelvo su cintura con mis brazos y la pego hacia mi cuerpo.
-Tal vez, depende que tan malo haya estado el sexo con otra persona veré si recurrire a ti.
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POR UN NUEVO DESPERTAR, SALUD. (+21)
RomanceMás vale pena en el rostro, que la mancha en el corazón. • Alexia Wolloway supo brillar por sí misma a pesar del apoyo incondicional que en algún momento sus padres le tendieron, con apenas veintitrés años de edad se había convertido en una joven y...