Jungwon bajaba por las escaleras cuando un tierno y muy enojado rubio le dio un chocolate, ahora solo quiere encontrarlo.
[Especial por el día blanco, fecha que se celebra el 14 de marzo en Corea y otros países asiáticos. Only fluff]
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Jungwon no odiaba el 14 de febrero o el 14 de marzo, él solo estaba celoso de aquellas fechas.
Celoso de aquellas parejas que paseaban en bicicletas, que se tomaban de la mano, que se daban regalos y se daban un beso al finalizar el día.
Jungwon estaba celoso de aquello que él no tenía.
Por eso, aquel 14 de marzo, despertó con mal humor.
Las ojeras decoraban su rostro, poniendo en evidencia las horas que se quedó despierto por estar viendo dramas de romance y llorando por no tener una pareja.
-Jungwonnie- saludó el japonés, con una sonrisa.
-Jungwonnie- repitió infantilmente -¿Qué quieres?
Riki solo rio, sabiendo que su mayor solía ponerse arisco en esta fecha.
-No podré estar contigo en el descanso- habló con timidez -Pasaré el día con mi novia.
El pelinegro asintió -Está bien, Ni-Ki, lo entiendo, suerte en tu cita- sonrió, despidiéndose del menor.
Soltó un suspiro cuando llegó a su aula, observó el lugar completo, en algunos asientos habían dejado chocolates, peluches o rosas, en otros estaban algunos de sus compañeros con las mejillas sonrojadas mientras leían las cartas que sus enamorados les habían hecho.
Y cuando giró a ver su asiento...
Estaba impecable, limpio, sin nada arriba, al igual que siempre.
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