Jungwon bajaba por las escaleras cuando un tierno y muy enojado rubio le dio un chocolate, ahora solo quiere encontrarlo.
[Especial por el día blanco, fecha que se celebra el 14 de marzo en Corea y otros países asiáticos. Only fluff]
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Sunwoo despertó con buen humor, había esperado con ansías aquel día.
Hace un mes, una chica de cabellos anaranjados se le había acercado con timidez a darle un chocolate, y después de pensarlo algunos días, decidió seguir el consejo de su mejor amigo.
Decidió intentar algo con Youngsoon.
Habían pasado sus días hablando, pasando el tiempo juntos, y aunque Sunwoo no estaba del todo enamorado, decidió formalizar la relación el día blanco.
Tomó el chocolate que había comprado el día de ayer, ese que era igual al que Youngsoon le había regalado un mes antes.
Con sus manos tomando las correas de su mochila y una gran sonrisa en su rostro, Sunwoo entró al edificio escolar, buscando a la pelinaranja.
Un puchero apareció en sus labios cuando no la encontró en su casillero y se convirtió en una mueca de preocupación cuando tampoco la encontró en el aula.
-Sunwoo-ssi- habló una de las compañeras de la pelinaranja -¿Busca a Youngsoon-Unnie?
Sunwoo asintió, sintiendo un nudo en su estómago.
-Fue a ayudar a Jiung-Oppa a llevar unos instrumentos a la clase de música.
El rubio volvió a asentir, hizo una reverencia antes de dirigirse al lugar indicado.
Su corazón se apretaba cada vez que se acercaba a aquel salón y él no sabía el porqué.
Se negaba a hacerlo.
Sus ojos estuvieron a punto de soltar lágrimas cuando vio a la chica besandose con aquel chico.
Pero decidió que lo mejor era irse de aquel lugar, con el ceño fruncido y el chocolate en mano.
Mientras que el odio a sí mismo por ser un tonto crecía en su interior.
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