Unos movimientos suaves me hacen despertar , al abrir los ojos solo soy capaz de ver unas sábanas blancas y el pelo de él regado escondiendo su rostro.
Me aparto bruscamente cuando noto que tengo la cabeza apoyada en su brazo, él lo nota y despierta con una respiración pesada, algo que desconozco cruza mi pecho y me levanto sin saber qué decir.
Al salir el exterior noto que ya se está alzando el sol, lo que significa que debo irme antes de que noten que no estoy en la habitación, salgo caminando y su mano agarra la mía para impedirlo.
—Ven mañana—me pide.
No digo nada, simplemente me suelto del agarre y salgo disparada a mi habitación, las chicas siguen dormidas así que entro al baño, comienzo a cambiarme y alistarme, pensarán que desperté temprano.
Me doy una ducha de agua caliente y luego las escucho hablar, al salir del cuarto de baño me saludan y les devuelvo una sonrisa amablemente.
Salimos caminando hacia el comedor donde se encuentra el personal sirviendo el desayuno en bandejas de metal a todos, me incorporo a la fila y al llegar mi turno me encuentro con un chico bastante lindo que me entrega la mía mientras me guiña un ojo.
Atontada me siento en una sola, pero la soledad no dura mucho cuando llega Damon situándose a mi lado, lo miro con el rabillo del ojo pero no hago mucho caso.
Solo pasan unos segundos cuando alguien se sienta a mi lado, el olor de la colonia de David me hace alzar la vista, él me sonríe como siempre y me alegro de verlo nuevamente.
—Desde ayer no te veo—se ríe.
—Me mandaron a una cabaña con unas chicas—explico.
—¿Y cómo has dormido?—pregunta amablemente.
—Estupendamente—responde Damon con ironía.
Me atraganto con la comida y trato de disimular los nervios que florecen en mí, David no entiende mi actitud y gracias a Dios no sabe nada.
—Bi..bien—tartamudeo.
—Me alegra oír eso—sonríe—estaba pensando en que podíamos recorrer el bosque—propone.
—Ni hablar—lo corta mi hermanastro.
Le lanzo una mirada asesina pero no afloja su expresión dura.
—Me encantaría—ignoro a Damon.
—Pues me parece perfecto—dice David—te espero a las 5 de la tarde.
—No irá—zanja Damon.
—No le hagas caso, iré—aseguro.
—No irás—sentencia y se levanta echo una furia para agarrarme del brazo llevándome por todo el comedor a rastras.
Todos se quedan mirando y trato de que no parezca una discusión pero que Damon tenga esa mala cara y me lleve de mala gana no da a entender algo muy bueno.
Me lleva a través del bosque sin soltarme, cuando llegamos a la casa de campaña me suelta y me giro a verlo con furia.
—Dije que no ibas y no vas—ordena.
—¿Quién te crees para decidir por mí?.
—Tu hermano.
—Eso no te da derecho—espeto—además, tú mismo lo dijiste, tú y yo nunca seremos hermanos—le suelto.
Su mandíbula se aprieta, le sabe mal su propio veneno pero no me importa, debería pensar antes de hacer sus impulsos.
—No quiero que salgas con él—dice entre dientes acercándose.
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Efímeros
RomanceUna fatídica noche todo cambia para Damon, se ve obligado a abandonar su hogar y ser acogido por la familia Weller. Ava tiene que convivir con el que ahora sería su hermano adoptivo. A su vez una secta anónima se revela contra la religión que predom...