A new opportunity - Sun x Moon

#10

El centro y todo el personal habían vuelto a funcionar con normalidad tras los cortes de luz, que seguían vigentes, pero con menos frecuencia.

Para todos hubiera sido un día normal del retorno, sin el percance de último momento por el que estaban pasando. Una hora antes del cierre del local, se había reportado la desaparición de un niño del grupo de huérfanos. Las cámaras de salida no detectaron su retiro, por lo tanto, aún estaba en el gran centro comercial. Una vez se dio el cierre al público solicitaron la ayuda de todos para buscarlo, el infante pudo meterse en cualquier área y estar escondido.

En la labor de búsqueda y rescate, el azabache junto a la peli blanca buscaba rastro del pequeño en zonas más oscuras y estrechas. No era secreto para nadie que eran los más ágiles del lugar y su ayuda era fundamental, dicho por la encargada de seguridad.

—Hubiera preferido que nos dejaran cambiar el uniforme, al menos— se quejó el azabache, que tenía rastros de maquillaje en la cara. Ni eso logró quitarse.

—En tu caso lo veo necesario, en cambio, para mí es más cómodo esto que cualquier otro tipo de ropa limpia que tengo— dijo la peli blanca, que llevaba un body de uniforme y guiaba el camino.

—Si tú lo dices. ¿Sabes dónde estamos verdad? —

—Sí, aunque esta parte no conozco mucho, no pasó por aquí, tampoco lo hace el pequeño animatronico—

—. . . ¿Qué te parece si salimos y nos ubicamos de forma normal, en tal caso?— propuso el azabache cansado de gatear por los ductos de ventilación. Lo ha hecho varias veces, las suficientes como para estar harto de esa vía, ingreso o escapé.

—Es... Horrible esta zona—

—Con más razón, el mocoso pudo perderse por ahí, y no en todo este laberinto—

—Bien... pero procura ahorrar la luz, es muy oscuro y no hay zonas de recarga. Podemos bajar adelante que hay una rejilla, pero con cuidado, tampoco conozco la altura—

Con cautela y ayuda del destornillador que lleva el azabache bajaron a la extraña zona; el azabache ayudando a la peli blanca a bajar. La chica no mentía cuando dijo que era oscuro, a diferencia de lo que ven diariamente, ese sector era repugnante, el olor causaba dolor de estómago, había moho en varias esquinas; incluso en el piso, el polvo estaba en abundancia y había elevaciones de piedra y demás materiales de construcción dañados.

Pero el diseño era particular, algo semejante al conocido.

—¿Qué es este lugar? — pregunto el azabache que se encontraba realmente impactado por todo el terreno sin explorar que tenía bajo sus pies.

—Una antigua pizzería, no sé si hayas escuchado las historias alrededor de Fazber, pero se dice que sus antiguos negocios y directivos se dedicaban al tráfico de personas, a veces las historias parecen ciertas. Se teoriza que este lugar fue su último imperio alrededor del siglo veintidós antes de redimirse con el centro comercial. Los menos paranoicos dicen que solo quieren recuperar los números sin dejar rastro de las pérdidas— explicaba la peli blanca mientras evitar caer por una mala pisada. El sitio realmente daba algo de miedo; si lo limpiaban, podía sin problemas ser una atracción de horror. —Crees... ¿Qué el niño este aquí? —

—Por su bien espero que no, este lugar tiene que crear una que otra enfermedad, no me sorprendería que... mierda, mira eso— dijo retrocediendo un poco de por dónde iba a caminar. Un montón de cables y chatarra de sobrantes de robots estaban tirados en una esquina, el desgaste y el moho que se había pegado a ellos daba horror y la poca iluminación que llevaba del piso de arriba no ayudaba.

—Dios mío... ya no quiero estar aquí—

—Son solo robots dañados—

—Fazber es una empresa de robots inteligentes, ¡con años de existencia!, quién sabe si esas cosas aún tienen conciencia robótica o alga así —