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—Los odio— se quejó el azabache cansado, tumbado en los peluches del rubio que ya parecía su cama personal en el cuarto ajeno.
—No digas eso, ellos te quieren… de alguna forma. —dijo el rubio acostándose boca abajo en la cama con la mirada en dirección del azabache.
—¿Cómo puedes defenderlos si casi me parten el labio? —
—Bueno, la niña estaba alterada por la discusión que tuvo y el niño era un hermano preocupado. Acercarse de frente con intensión de separarlos sin una idea en mente para regular la situación no es una buena idea, peor en un lugar estrecho como los juegos…—
—Oh bueno, gracias por decir que el problema soy yo. —
—No dije eso, solo digo que tienes que ser más cauteloso. Llevamos ocho meses de trabajo ya deberías estar acostumbrado a esto. —
—Creo que ni en otra vida podre ser capaz de trabajar con niños. —
—Yo si te veo como un niñero. —animo el rubio, esa rivalidad del contrario con los pequeños era divertida.
—No te engañes a ti mismo por favor. —
El rubio río con el último comentario del contrario. Realmente no era por mentiroso, si lo veía con el potencial de cuidar niños, algo en él daba esa vibra, pero falta un gran impulso y voluntad.
Sin mucho que decir solo se acomodaron mejor en sus “camas”. Ya estaban cambiados, se podría decir que listos para dormir, el azabache tal vez se iría a dormir pronto a su respectiva habitación incluso.
Pero la rutina nocturna no podía ser tan perfecta.

—¿Una reunión a las doce de la noche? — Pregunto la peli platino fastidiada de todo el día, ya estaba hasta en pijama como para estar en una reunión

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—¿Una reunión a las doce de la noche? — Pregunto la peli platino fastidiada de todo el día, ya estaba hasta en pijama como para estar en una reunión.
De hecho, todos estaban preparados para dormir, los únicos que seguían con uniforme eran los trabajadores del “bar” que son los últimos en terminar turno.
—Es el único tiempo que tenemos disponible. — interrumpió el castaño que estaba quitándose el maquillaje que no alcanzo en el cuarto.
—Prefiero despertarme más temprano que tener una reunión ahora. — exclamo la peli blanca que no soportaba los tacones, última vez que los usa.
—Puedo presentar su sugerencia al jefe a ver si le gusta para llevarla a cabo. — se llevó la última palabra la jefa de guardia; Vanessa, antes de hacer ingresar a todos a la sala de reuniones. —Sé que están cansados, no son los únicos, así que seré breve. En el área de seguridad, sobre todo en escenarios va a haber un nuevo asistente de servicio, se llama Henry Flores, estará mucho más presente que yo para ayudarlos, ya que suelen pedir ayuda constantemente. Por otro lado, debido a las dificultades que presentan, la guardería va a contar con un nuevo asistente diurno, Ford Fox. — Presento la rubia dándole tiempo a un joven albino; y otro pelo rojo, de presentarse. — Ahora, se va a realizar un ligero cambio en los vestuarios, dentro de dos meses durante su descanso se tomarán medidas nuevas y debido al tiempo prestado se les dará más días libres. Eso sería un resumen de todo lo importante que me ordenaron que les diga y presente, cualquier detalle les estará llegando al correo. Ustedes no sean tan pesados con el nuevo, Jhon y Yukio confió en que pueden presentarle la guardería al nuevo, capacítenlo durante la marcha. Buenas noches— concluyo la rubia fiel a su palabra de terminar rápido, no dio ni tiempo de preguntas antes de retirarse.
—… Se nota que es la más ocupada— dijo la albina para romper el silencio.
—Si bueno, dijo buenas noches así que adiós. — el pelo rojizo del área principal no iba a quedarse a conversar así que se fue.
Y ese proceso hicieron todos, en el camino conversando un poco con los nuevos antes de separarse por completo.
El rubio y el azabache llegaron de costumbre a la guardería con la nueva compañía del pelo rojo. El cual estaba echando conversa con el rubio sobre el lugar mientras el azabache escuchaba.
—Y bueno, mañana con ayuda de Suki te enseñamos el lugar antes de que lleguen los niños. —
—Sabes que no me levanto temprano. —interrumpió el azabache que no tenía ganas de madrugar.
Hace no mucho habían desarrollado un horario propio, el rubio comenzando con normalidad mientras que él se daba el lujo de empezar una hora tarde. Pero claro, el rubio podía darse el lujo de terminar una hora ante sí quería, era lo justo.
—… Mañana antes de que lleguen los niños te muestro el espacio. — continuo el rubio siendo consciente de que el menor no iba a madrugar.
—¿Disculpa, te llamas Suki? — pregunto el pelo rojo que durante todo el trayecto solo escucho la voz del rubio y menciones del contrario, hubiera pensado incluso que era mudo.
—Yukio, Yukio Suzuki él suele decirme Suki.— respondió antes de abrir la puerta y dejar pasar a ambos antes de retirarse. Podía intentar ser más respetuoso como suele serlo, pero realmente no tenía ánimos, los peluches de rubio o su cámara le harían bien.
—¿Él siempre es así?— pregunto el pelo rojo siguiendo al rubio que se había detenido un momento para explicar un poco el lugar.
—Cuando está cansado sí, fuera de eso suele ser muy amable, aunque reservado, tienes que iniciar la conversación tú para que hable, caso contrario la habitación queda en rotundo silencio—
—Entiendo, llevan trabajando juntos mucho tiempo supongo.—
El rubio asintió a lo dicho y comenzó a explicar sobre el lugar sin mucho detalle antes de llevarlo a los cuartos donde al fondo ya estaba el único cuarto cerrado disponible. El pelo rojo se despidió a la vez que el rubio que al entrar a su habitación encontró al azabache dormido en su espacio de peluches.
Hace dos meses y medio ese espacio ya era como una cama del azabache donde solía quedarse ¿por qué se quedaba? Él no lo sabía, supone que es por la pereza o su charla de un tiempo. Cualquiera que sea la razón al inicio fue raro, llego incluso a reclamarle por dormir ahí debido a que podía hacerle mal y a veces asusta el cómo aparece sin aviso, pero ya es costumbre que lo raro es no verlo.
Debería agregar más peluches para mejorar su comodidad podía llegar a pensar en una cama inflable también.
—¿Suki sigues despierto? — pregunto el rubio acostándose en la cama, recibiendo un quejido del azabache que se giró para verle.
—… No—
—… Ni sabes que te voy que preguntar.— dijo el rubio que se detuvo a identificar el tono del azabache para saber qué tipo de “no” uso.
—Vas a preguntar si voy a madrugar mañana, mi respuesta es no.—
—¡Ah!, pero, no puedo capacitar a alguien y cuidar niños a la vez.—
—¿Quieres que yo no capacite?—
—No sería lo más sensato de mi parte, solo quiero que estés presente ayudando, una vez el nuevo este capacitado no será tan necesaria tu ayuda en el turno diurno.—
—… Si lo pones así es una buena oferta— se dio un tiempo para pensarlo. Podría dormir más y alejarse de los niños durante mucho tiempo, si pasaba algo ya no eran dos, y tendría más tiempo para cocinar y por ende comer. Si bueno, tal vez es el sueño, pero así solo se escuchan muy bien sus opiniones.—Bien lo intentaré.—
—¡¿De verdad?!—
—Sí, sí, ahora por favor, déjame dormir.— dijo el azabache girando su cuerpo de nuevo con espalda al contrario, que solo se río y fue a dormir.

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⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

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