Cacería

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Casi no podía recordar nada, su mente estaba apagada y su cuerpo apenas reaccionaba, no sabía dónde estaba ni porque, se dejó estar unos segundos antes de levantarse un poco más despierto y comenzar a ver su alrededor.

Era sin duda un lugar lúgubre, lleno de cortinas rojas y grandes ventanales, las paredes de un purpura muy oscuro y el suelo completamente negro, lo único que parecía tener tan solo un poco de color eran los gigantescos cuadros que mostraban los rostros de personas extrañas, todas de facciones alargadas y puntiagudas, piel blanca y ojos rojos, siendo lo que más destacaba, sus dos colmillos que sobresalían de sus labios.

Shuichi salió del salón donde estaba y se encontró con un pasillo de aspecto similar, recorrió este mismo mientras poco a poco recordaba cómo había llegado hasta ahí.

No era alguien que disfrutara de salir, más bien prefería quedarse solo en casa y no ver a nadie, aun así, no pudo salvarse cuando su único amigo, Rantaro Amami, se dispuso a llevarlo a una de sus expediciones.

Los dos tenían que recorrer un gran bosque para llegar a su destino, ignoraron todas las advertencias de los pueblerinos y se adentraron, continuando con su camino tanto de día como de noche, como era de esperarse, eso no salió muy bien.

A mitad del recorrido perdió a Rantaro y poco después perdió la consciencia.

Ahora estaba solo, vagando en un lugar desconocido, siguió caminando hasta que se encontró con dos gigantescas puertas de madera pulida, cuando las abrió, se encontró con una mesa exageradamente larga, llena de un enorme festín con todo tipo de comida, no tardo en acercarse y tomar un poco, sentía como si hubiera pasado días sin comer.

Cada platillo era delicioso y con sabor único que nunca había experimentado, eso hasta que escucho como los pasos de distintas personas se acercaban a él.

Eran 4 personas vestidos de trajes elegantes, se habían colocado frente a la mesa y quedado completamente helados, Shuichi se acercó a ellos con curiosidad.

Eran 2 hombres y dos mujeres, uno tenía el cabello completamente negro, largo y lacio, otro era muy bajito de grandes ojos, entre las chicas estaban una chica de pelo castaño y dos coletas con fuertes ojos rojos, quien parecía ser la única que le regresaba la mirada, mientras que la última era una mujer madura de cabello verde muy claro y que cubría una parte de su ojo con ese mismo cabello.

Trato de hacer que reaccionaran, pero ninguno se movía ni hablaba.

— Por favor — Termino diciendo la chica con el ojo cubierto — Tome asiento, el resto de huéspedes llegara pronto.

Shuichi no supo cómo responder así que simplemente siguió la orden, se sentó en una de las sillas y se dispuso a esperar, con el tiempo iban llegando más y más personas, hasta que ya estaban sentados 5 en total.

Finalmente, cuando todos los huéspedes estaban presentes, la misma mujer con el ojo cubierto dio un paso enfrente y hablo:

— Sean bienvenidos, adorados huéspedes, soy Kirumi tojo, ellos son mis compañeros, Korekiyo Shinguji, Ryoma Hoshi y Maki Harukawa — Conforme eran mencionados, los extraños sujetos daban una reverencia — Ustedes, Kaede Akamatsu, Himiko Yumeno, Miu Iruma, Tsumugi Shirogane y Shuichi Saihara son nuestros invitados de esta noche.

Shuichi noto que era el único hombre entre los huéspedes, pero todavía más extraño ¿Dónde estaba Rantaro?

— Nuestro amo está feliz por su visita — Continuo Kirumi — cada luna llena, él necesita ser alimentado, por ello traemos huéspedes que estén dispuestos a jugar con él.

— ¿J-Jugar? ¿alimentar? — Pregunto Shirogane nerviosa

— Él gusta de cazar a sus presas, así que les daremos la oportunidad de huir, solo si encuentran la salida, él esta hambriento, recorriendo los muros de esta mansión y no dudara en devorar a cualquiera que encuentre en su camino.

Cacería - Saiouma oneshotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora