Solo quiero conocerte[RETOMADA]

La marca del dolor

"Cuando alguien te da su confianza, siempre te quedas en deuda con él"...

—Truman Capote.

¿Qué es la confianza? Se preguntó Levi para sí mismo durante toda su vida.

Lo que era un hecho es que él había confiado, tal vez demasiado en la persona equivocada. Todos lo hacemos alguna vez, ¿Verdad?

Las relaciones humanas son muy difíciles de entender, son complejas, requieren su tiempo y dedicación al entendimiento de todo lo que los rodea.

Pues el amor a primera vista, o el "Destino" para Levi no existe.

Por muchos años cómo cualquier niño creyó con la fantasía del destino. Era solo un niño después de todo, es normal creer en esas cosas.

Está bien, solo era un pequeño niño.

Uno que depositó su confianza en la persona equivocada, en el momento equivocado.

— Yo puedo ayudarte.— Le dijo Isabel al oído con suavidad

— Isa... Mi reina por favor... No... Somos muy jóvenes aún... — Suplicó Levi viendo a Magnolia a los ojos, creyendo firmemente en que los sentimientos de Isabel eran puros.

La respuesta que obtuvo fué diferente a la que él creyó, Isabel no soportó sentir aquel rico olor que desprendía Levi de su cuerpo y solo se lanzó encima de él.

— ¡Isabel! ¡Suéltame! — Éste forcejeó bajo el cuerpo de la Alfa, pero ésta no se detuvo y solo empezó a tirar de la ropa de Levi sin consentimiento.

Levi pataleó todo lo que pudo, con todas sus fuerzas, se sentía desesperado, su instinto estaba desesperado para aquel momento solo pensaba en cómo había terminado su madre.

Con solo pensar en la muerte, o en algo peor, Levi se puso mucho más nervioso y solo empezó a llorar, mientras no podía controlar su cuerpo.

Su primer celo, su primera vez.

Ambas fueron arrebatadas de un duro tirón directo al corazón.

Su corazón.

Fué afectado por la marca que lo reclamó así que solo pudo gritar con todas sus fuerzas al sentirlo

— ¡KENNYYYYYYY! — Del grito, hasta en la esquina más recóndita, dónde Kenny se encontraba cazando conejos, lo pudo escuchar perfectamente.

No lo dudó dos veces, si su pequeño Levi gritaba hasta en el fin del mundo él correría con todas sus fuerzas.

Se lo prometió a su hermana, se prometió protegerlo, se lo había prometido a Levi, no podía fallar si su pequeño sobrino, cómo su hijo, pedía su ayuda.

De un solo golpe tumbó la puerta de aquella casa cómo un toro y enfurecido subió a la habitación dónde estaba su sobrino susceptible por su celo, y Magnolia encima de él mientras mordía su cuello.

A Kenny, le costó mucho contenerse al ver a su pequeño de ese modo.

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Cómo todos los primeros de mes, Levi va a su chequeo médico.

Los resultados, como siempre, una mierda, solo le quedaba seguir cuidándose.