[Catorce]

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––Aqui es donde nos separamos —hablo Hange desde dentro del carruaje —, ahora tú verás que es lo que debes de hacer

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––Aqui es donde nos separamos —hablo Hange desde dentro del carruaje —, ahora tú verás que es lo que debes de hacer.

—Tsk —chasqueo su lengua y se cruzó de brazos enojado —, me echan de la legión y aún así estoy obligado a cumplir órdenes de aquel rubio de pacotilla.

—Jaja, Erwin si llegara a escucharte decir eso, estoy segura que no te hablaria en un tiempo.

La mujer se bajó de la parte trasera en aquel callejón junto con Moblit, y Nolan agarro con fuerza sus cuerdas y arreo para que el caballo avanzara.

Anduvo unos minutos hasta llegar al lugar en donde se dejaban los transportes, dejando al caballo amarrado y camino por el mercado mientras compraba cosa y la gente se le acercaba a hablarle.

Al parecer desde que se divulgó lo de su juicio y de que quedara en libertad y libre de condena, la gente ha tenido una recepción positiva respecto a lo que sucedió.

Está se podría decir que era la primera vez que se dejaba ver en las calles y le ha dado un choque de nostalgia el sentirse bien y alegre ante la positividad de la gente.

Algunas señoras le han regalado pan, bebidas alcohólicas y embutidos, les agradecía ante el gesto, pero el estaba seguro que no probaría de aquel licor.

Aborrecía el alcohol luego de emborracharse como nunca cuando estudiaba y al otro día el malestar y cefalea se la encargaba a los demás.

Compro un par de kilos de verdura que le sentaban apetitoso, para cuando se dió vuelta, un tumulto de gente rodeaba algo en el suelo, y él como buen metiche, fue a ver qué sucedía.

Dos señoras arrodilladas lloraban desgarradoramente mientras agarraban el degollado cuerpo de un señor. Avanzo entre las filas y vio como un tipo de la policía militar esperaba la llegada de alguien.

—Hasta que llegaste —hablo el militar girandose al otro que se acercaba —, te estaba esperando Erwin Smith.

Nolan apretó sus manos, y giro su rostro al rubio de ojos azules, y lo fulminó con su mirada. Tenía unas ganas tremendas de golpearle en aquel pulcro rostro y hacer que se arrepintiera de su decisión.

—¿Sabes quién es?

—Reeves, un comerciante que ha mantenido a flote varios distritos con su economía.

—Fue encontrado muerto en el bosque por unos miembros de mi brigada —el militar se cruzó de brazos y frunció el ceño ante el rubio —, fue hecho por alguien que obviamente sabía del tema, y me preguntaba si sabías algo...

—Ya veo —el rubio analizo a su alrededor, hasta encontrarse con esa oscura mirada de aquel hombre que le acompaño durante años y que solo le miraba de una mala manera —, está claro que estás acusando a la legión de reconocimiento asi que anda preguntando o dime qué quieres que hagas.

The Chronicle of a Far Gone || Shingeki no Kyojin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora