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Beatríz POV
1972

-Sí, mamá ya guardé todo, debo irme

-Pero hija, qué haces con esos pantalones. Te compré unos vestidos hermosos para que los uses en la Universidad-reprochó mi madre al ver mi vestimenta.

-Mamá, yo no te pedí nada, sabes que no me gustan los vestidos, no es lo mío, deselos a mi hermana ella estará encantada de vestirlos-alague educadamente.

-Espera que te vea tu padre, pondrá el grito en el cielo-aseguró.

-Hmm... en realidad fue él quien me compró los pantalones-confesé. Mi padre era un hombre justo y con un pensamiento muy diferente a todos esos trogloditas que nos rodeaban. Tenía claro que yo no era igual a las demás chicas y jamás me ha reprochado, siempre he recibido su apoyo.

-Me va a escuchar cuando vuelva. Cómo es posible que apruebe este comportamiento, no sabe...

-Bueno mamá, cuando venga le reclamas, me voy que llego tarde. Adiós- no quería seguir escuchando absurdos.

Aún no me queda claro, por qué no aceptan que cada mujer es diferente, no tenemos porqué tener los mismos gustos ¡diablos! tan difícil es de entender.
Por lo menos ahora podemos asistir a la Universidad, sino debería estar casada con un buen hombre siendo una madre abnegada como le tocó ser a Virginia mi madre.

Para dejar de pensar en todo aquello, saqué de mi bolso el cómic del Hombre Araña, una de mis reliquias que debo mantener oculta de las garras de mi madre porque según ella, las mujeres no deben leer esas cosas, para nosotras tenemos libros de recetas, de costura hasta la biblia.

Empecé a leer para tratar de olvidar mis males, estaba llegando a la Universidad, aprovecharía todo el trayecto hasta el aula para no perderme ningún detalle, pero no pude continuar cuando mi cuerpo golpeó con alguien.

Maldición, estaba en la mejor parte.

Levanté la mirada para ver con quien me había accidentado. Y oh sorpresa, era una joven hermosa, sus ojos eran extraños parecían color miel pero si los seguías mirando eran... ¿amarillos? ¿verdes? una tonalidad que no podía distinguir claramente.
Me disculpé porque sabía que por no despegar la vista del cómic había ocurrido, aunque creo que no le caí muy bien, a duras penas me dirigió la palabra.

Clara Hill había sido el nombre que mencionó antes de irse, vaya chica prácticamente huyó de mí.

¿Sería por mi vestimenta? O por lo que leo, así no tendré amigos.
Suspire y seguí mi camino, debía llegar al aula y asegurar un puesto adelante, no le he dicho a mis padres porque sé que su economía no es la mejor pero mi visión ha empeorado un poco.

Una de las sorpresas más agradables fue encontrar a Clara en el salón, seríamos compañeras de clase, dudé al principio pero me acerqué hasta ella. No pude con su cara de sorprendida al verme de frente, es tan bonita, decidí sentarme atrás de su asiento así me tocara forzar la vista para poder ver.
Como no me gusta guardarme las cosas le pregunté si yo no era de su agrado, de inmediato lo negó, sentí un gran alivio.

Ofrecí mi amistad, nada me haría más feliz que ser su amiga. Me gusta mucho.

Actualidad

Elizabeth POV

Terminaron las clases y fui la primera en salir del aula, debía ir al asilo y asegurar que me permitan a hacer el proyecto ahí, sino me tocaría buscar otro sitio.

-Señorita Rogers-Escuché la voz de aquella mujer.

¡Maldita suerte la mía!
Me giré para enfrentar a la bruja.

-Profesora-pronuncié

-No sé si lo ha olvidado pero en media hora tiene tutorías conmigo-mencionó. Frunci mi ceño, ¿tutorías con ella?

-El profesor Lee me dio el listado de las personas que tenían tutorías con él y de las cuales ahora yo me haré cargó... Y en ella está usted-continuó hablando al ver mi silencio.

Mal-di-ta se-a

-Entiendo, pero hoy no podré, tengo que encargarme de algo muy importante.

-Más importante qué su tutoría para su tesis-indagó muy seria al ver mi negación.

-Lo podemos a hacer mañana-ofrecí.

-Las cosas no se hacen cuando usted desee, así no funciona esto, si no puede la elimino del listado y buscará un profesor que se maneje a su tiempo que lo dudo que haya.

Es tan arrogante... ¡una bruja!
Respiré profundo para no decir algo de lo que pueda arrepentirme y arruine mi carrera universitaria.

-Está bien, profesora usted gana.

-Aquí yo no gano nada, al contrario esto es para su beneficio. Si le parece bien la espero en el salón de tutorías en veinte minutos-mencionó.

Por qué tuvo que enfermarse el profesor Lee, ahora tendré que soportar a esa tipa que se cree lo mejor del mundo.

¡La detesto!

Sentí que tocaron mis manos, las quité de inmediato

-Tranquila, soy yo. Trataba de aflojar tus puños, estaban poniéndose blancos- hablaba preocupada mi amiga. Me miré las manos y tenía razón, me había lastimado las palmas con las uñas.

-Gracias, estaba un poco ofuscada

-¿Un poco? Creo que mucho-aseguró

-Tengo tutorías con la bruja -farfulle

-Con la qué...-mierda

-Barbara, tengo tutorías con ella. ¿Tú no tienes?

-¡No! Dios me libre, yo escogí una profesora que es un amor, la profesora Regina- puse mis ojos en blanco, sabía quien era, una profesora sin ética que acepta dinero de sus alumnos para aprobarlos.

-Claro, un amor-ironicé

-Puedes cambiarte si gustas, la profesora está disponible -ofreció. Sería una opción para no tener que soportar a la bruja; no obstante,
sé que no aprendería nada con Regina.
Aunque no quisiese admitirlo, Bárbara es buena docente, estuve averiguando y fue una de las mejores egresadas de la facultad.

-No, aceptaré mi maldición-afirmé

-Es decisión tuya. Te dejo que mi novio me espera. Buena suerte con... la bruja -susurró, yéndose entre risas.

¡Loca!

Faltaban diez minutos, iría a la cafetería por alguna chuchería antes de ir con Bárbara, hoy no podría ir al asilo, tendré que esperar un poco más para conocer «Esperanza».

Una tarde entre "la bruja" y Eli 😏

Espero les guste el capítulo 🥺

Que tengan un bonito fin de semana

Besos en la frente😊

Recuerdos de un Amor BonitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora