DEDICATORIA

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 A Carmen y Leonor, las profesoras de Lengua y Literatura

de mi adolescencia.

Gracias por inocularme el lento veneno

de la narrativa.





«Si alguna vez vuelvo a tener ojos, miraré verdaderamente a los ojos de los demás,

como si estuviera viéndoles el alma.»

Ensayo sobre la ceguera

José Saramago

El efecto silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora