𝗘𝗻 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗴𝗼 ‖ 𝟮𝘆𝗲𝗼𝗻 G!P -EN PAUSA-

Capítulo 48

─ Por fin en casa...

Luego de aquellas pequeñas vacaciones que tuvimos por fin había regresado a casa, con eso no digo que la había pasado mal, sino que extrañaba estar sola sin la interrupción de Momo preguntándome cuanto faltaba para la próxima comida cada 5 minutos.

Y aprovechando que tenía la casa completamente sola, decidí estar con Nayeon.

Y no para hacer cochinadas, puercos.

Inmediatamente al llegar, decidimos acostarnos en el sofá.

─ Extrañé estar contigo a solas —suspiró Nayeon.

─ Yo también extrañé estar con mi bebé ─sonreí levemente.

─ Yah, es raro que me trates de bebe, soy mayor que tú...

─ ¿Te molesta? ─pregunté

─ No, no para nada ─rio por mi pregunta─, es solo que es algo raro que alguien menor que yo me diga bebé...

─ Eres una ternurita ─sonreí.

Ambas hicimos contacto visual, por lo que nos sonrojamos inmediatamente.

─ ¡Yah! ¡me haces sonrojar! ─se quejó Nayeon.

─ ¿¡Por qué me culpas a mí!? ¡tú también haces que me sonroje ─exclamé.

Yo cubría mi rostro con mi antebrazo debido a lo roja que estaba.

─ ¡Unnie!

─ Woah... te ves preciosa sonrojada ─admitió.

─ ¡Basta! ¡haces que me sonroje más! —reía nerviosamente.

Estuvimos así por varios minutos, Nayeon me acariciaba el cabello mientras yo casi dormía en sus piernas, hasta que un timbre nos sacó de nuestro trance.

─ Dios, ¿por qué siempre nos molestan cuando estamos tan cómodas? Mataré a la persona que esté detrás de la puerta.

Después de estar mirando la puerta por unos segundos decidí ir a abrirla.

─ ¡Suegrita! Un gusto verla... ¿cómo está? —musité, arrepintiéndome de lo que dije segundos antes.

─ Hola Jeongyeon, vine a quitarte un poquito a Nayeon, la necesito para unos trámites —sonrió cálidamente.

─ "¿Por qué me la quitan ahora?" ─ pensé.

─ Claro, es toda suya.

─ Se me olvidó decirte, lamento eso —lamentó Nayeon con la mirada gacha.

─ No te preocupes, ve. Cuídense ─me despedí.

─ Gracias Jeongyeon, nos vemos —─ dijo la señora Im para irse y yo cerrar la puerta.

─ ¿Ahora que mierda hago? —suspiré para mí misma.

Rebuscando en mi habitación, encontré un libro que había comprado hace unos meses, pero no lo había leído, así que ahora era el momento perfecto para hacerlo.

También aproveché el día, así que salí de mi casa y me encaminé hacia un parque que estaba cerca de mi casa.

Ya estaba completamente tranquila, lindo día, tranquilo ambiente, hasta que...

¿Por qué mierda me sale todo mal?

─ H-Hola...

Jennie.

─ "¿Y esta perra loca qué?" ─pensé─, ¿qué quieres? ─lancé fríamente.

Ella se balanceaba levemente sobre sus pies, insegura de hablar.