Sin dudas para el placer

Primera Parte

Sin dudas para el placer (Primera parte)

La duda nunca ha anidado en mí cuando de placer se trata, lo que si se asoma es mi descaro cuando sé que hay un hombre que huele a sexo y se me da en bandeja de plata, pero no cualquier macho, debe ser ese que me saca lo diabla y descarada, porque la compostura la dejo en mi casa; recuerdo su rostro al verme bajar de aquel auto rojo, ver mi rostro y sonreír, esa maldita sonrisa que me encanta, me dio un beso en la mejilla, y me preguntó:

—Hola baby ¿Cómo estás? —Reprendí mi pensamiento, porque quería responderle que que estaba con ganas de llegar a su casa y follarlo como me diera la gana.

Es que es un moreno de esos que tiene muchachitas detrás de él como si tuviera miel, pero como no soy celosa me da igual, a mí solo me rige el deseo descomunal, la euforia del momento, no pienso en el mañana con nadie ni quiero darme mala vida y menos con él, sabiendo que debe estar acostumbrado a tener jovencitas a sus pies, porque lindo, extrovertido si es.

—¿Tu casa está muy lejos? He estado bien. —Le respondí.

Me pidió que lo acompañara a comprar algunas cosas para comer después, así que íbamos charlando, empezó a saludar a todos con familiaridad y eso me gusta de él, que es humilde y no es un egolatra como los que antes me encantaban tanto, era algo muy curioso ese chico era diferente a los hombres que siempre me habían atraído.

Empezamos a caminar hacia su casa y vaya que uno mujer si se complica por querer lucir matadora cuando quiere coger, era una calle que no estaba pavimentada y yo con tremendos tacones altos negros y en vestido corto con tremenda brisa que hacía en Barranquilla.

—Te hubieras venido más cómoda, yo te iba a decir, pero se me pasó. —Me dijo al ver que yo iba viendo donde pisaba para no darme mi mamonazo y hacer un espectáculo de quinta.

—Sí, pero ya qué, yo sencilla no sé salir. —Él sonrió y yo le agarré del brazo para estar más segura, un acto que me hizo sentir extraña pues es de las cosas que jamás hago.

Al llegar a su casa, pues me pidió que entrara y le dije que fueramos a su cuarto, yo no quería rodeos, quería solo una cosa con ese hombre desde que lo veía de lejos...

Mile Morales"Dulce Cayena"🌺
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