1-. Día Blanco

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Koko había recibido una cajita de chocolates el día de san Valentín, estaba emocionado. A sus doce años soñaba con desesperación que la dueña de su corazón fuera la remitente tras aquella entrega anónima.
 
Pues la cajita apareció en su casillero sin una nota o algo que le diera una pista de quien pudo haberle dejado dicho regalo.
 
En fin, se propuso regresarle el regalo en el día blanco; un mes después, por que estaba seguro que Akane Inui era aquella que en secreto le había mandado los chocolates. Eso quería creer.
 
–Así que.... ¿ya sabes de quiénes eran los chocolates?– preguntó el niño a su lado. Disimulando el interés en la respuesta.
 
–¡Definitivamente!
 
Seishu se sonrojó y bajo la mirada, en busca de que el pelinegro no notase el ligero rojo en si cara, pero estaba demasiado emocionado como para prestarle atención.
 
–Voy a responder.
 
Declara con determinación y siguen su camino, pues al vivir cerca y ser amigos, no había día que no regresaran o fueran juntos al colegio.
 
Un mes después ahí estaba Koko, arreglándose ene su habitación aquella tarde, se había duchado y perfumado, quería verse bien para ir a ver a Akane y darle los chocolates, aquellos para los que ahorró un mes entero. Una vez listo salió de su habitación, se despidió de su madre y salió de su hogar, emocionado con rumbo a la casa de los Inui.
 
"No Hajime, tranquilo. No parezcas un niño emocionado, así no le gustaras a Akane-San"
 
Pensaba a la vez que se ponía serio, pero era inevitable no emocionarse, su corazón saltaba desesperado y nervioso, a cada paso se acercaba más a la chica de sus sueños, aquella por la que suspiraba. Y tenía que verse bien, maduro, después de todo, Akane esta por cumplir diecisiete años.
 
Cuando llegó a su destino, se quedó quieto unos segundos, suspiró y finalmente tocó la puerta.
 
–¿Koko?
 
Quien había abierto la puerta y recibido al pelinegro no había sido Akane o sus padres, si no Seishu; su mejor amigo.
 
–Hey inupi... ¿esta Akane?– pregunta con una sonrisilla nerviosa.
 
–¿Para qué la quieres?– responde el otro con otra interrogante.
 
–Necesito hablar con ella– no necesita saber más y Koko no quiere decir más, así que espera que Inupi lo deje entrar ya y le avise a su hermana que la quiere ver.
 
–¿Sobre qué?– pero Inupi seguía insistiendo.
 
–Solo dime ¿está si o no?
 
–Si– responde finalmente cuando Hajime le habla en un tono más brusco, se hace a un lado para darle el pase y Koko ingresa a la casa, quitándose los zapatos en la entrada. Seishu cierra la puerta y ambos avanzan.
 
Ya en la sala, Inupi dejo a Koko y subió las escaleras, dirigiéndose al cuarto de su hermana. Toco la puerta y cuando escucho la voz de Akane permitiéndole el pase, dio el aviso cuando abrió la puerta.
 
–Koko te busca.
 
–¿A mi? ¿Necesita algo?
 
–No lo se, solo dijo que quiere hablar contigo.
 
La chica dejó lo que estaba haciendo y salió de su cuarto junto a su hermano, este último no bajó las escaleras; por lo menos no al lado de su hermana.
 
–Kokonoi ¿cómo estás? ¿Necesitabas algo?
 
Saludo con amabilidad una vez lo visualizo y Koko le sonrió, siendo correspondido por una sonrisa gentil mientras se acercaba a la chica.
 
–Veras, quería darte esto.
 
Confiesa haciendo una reverencia y extendiendo una caja de chocolates a Akane, dejando a la mencionada algo confundida, pues sabe que día es y que según la tradición, ese día los hombres le regalan chocolates en señal de agradecimiento a las chicas que a ellos les regalaron algo en el catorce de febrero; hace un mes.
 
¿El problema? El problema era que no entendía por qué Koko le daba los chocolates a ella, si ella no dio regalo de san Valentín, a nadie.
 
En su distracción, Hajime se había acercado más a la rubia hasta estar a pocos centímetros de su rostro, siendo amenazante la cercanía  y dando por echo un beso, sin embargo, la joven pudo reaccionar a tiempo y antes de que los labios de Koko tocaran los suyos, su mano se había interpuesto entre estos.
 
–Oh koko ¿qué haces? No está bien, algo tan importante como un beso debería realizarse con la persona que te gusta.
 
Explica la chica con cuidado de no ser agresiva con sus palabras, pues es consiente de que lo puede hacer sentir mal, pero tampoco le puede dar esperanzas de algo que nunca sucediera.
 
–Pero... Akane-San me gusta.
 
El menor confiesa y la mayor de los Inui niega con lentitud.
 
–Pero, la persona tiene que corresponder a lo que tu sientas y yo, por desgracia no puedo hacerlo Kokonoi. Lo siento.
 
Entonces algo dentro de Hajime se rompió, su pecho se destruyó y un sabor amargo invadió su boca; sus ojos picaban y las lágrimas amenazaban con salir a relucir su pureza y bajar por sus mejillas, sin embargo, hizo todo lo posible por que aquello no pasará.
 
–Si, entiendo.
 
Dice en un susurro, su voz se quebró y se enderezó, sin el valor de mirar a Akane a la cara se dio la vuelta, se despidió en tono bajo y salió de aquella casa. Apretando con fuerza la caja de chocolates avanzó a paso rápido a su hogar, solo quería encerrarse en su habitación y no salir de ahí por un tiempo.
 
Ese día en la casa de los Inui dos corazones se rompieron. Uno rechazado directamente y otro oculto en la sombras sin la oportunidad de exponer sus propios inocentes sentimientos.
 
Cuando Koko se fue, Akane fue a buscar a su hermano menor, subió las escaleras y se dirigió a la habitación de Inupi, tocó la puerta con suavidad pero no recibió respuesta, así que abrió la puerta y al no recibir queja se adentró a la habitación. Topándose con un rubio tumbado en la cama echo bolita abrazando una almohada.
 
–¿Sei? ¿Estas bien?– cuestiona con preocupación mientras se acerca y se sienta en la cama, junto a su hermano.
 
–Si.
 
No. No lo esta, lo conoce y pudo notar como su voz tembló ligeramente. Seishu es bueno teniendo una cara seria y demostrando calma en todo momento, pero ella sabe que en este momento lo que menos reina a su alrededor es la calma.
 
–No mientas Sei, se que no lo estás.
 
Su voz es comprensiva y gentil, cosa que le da seguridad a Inui y por fin se gira a ver a su hermana, su mirada es triste, y preocupada, Akane abraza a su hermanito, lo parienta entre sus brazos y Seishu hace lo mismo.
 
–¿Que tienes?– vuelve a preguntar, seria la última vez que lo haría, si Inupi no quería decirlo entonces no lo molestaría más.
 
–Me gusta alguien... pero se que yo no le gusto... ¿hay algo mal conmigo? ¿Es por que soy un chico?– pregunta decaído.
 
Inupi  no quiere decirle que escuchar su conversación con Koko le rompió el corazón, por que se esforzó por comprar aquel regalo para dárselo en San Valentín y él venía y se le confesaba a su hermana. Le dolió, en serio eso le lastimó bastante.
 
–No, Sei, tú no tienes nada de malo, eres inc... espera ¿qué acabas de decir?– se interrumpe así misma, confundida. Se separa con cuidado de su hermano menor y lo sujeta de las mejillas con suavidad, acunando su rostro con gentileza –¿te... te gusta un chico?
 
La pregunta sale entre tartamudeos, no quiete malinterpretar las cosas pero quiere saberlo y apoyar a su hermano, es comprensiva y sabe que seria difícil para él entender todo ese asunto y enfrentarlo solo. Lo escucha moquear y no la mira a los ojos, pero tampoco lo niega, entonces sabe que la respuesta es afirmativa.
 
Sonríe aún que su hermano menor no la pueda ver, le deja un beso en la frente y le revuelve el pelo.
 
–No hay nada de malo contigo Seishu. Eres lindo, un gran chico, esa persona que te gusta se dará cuenta y te querrá mucho.
 
Entonces el rubio menor levanta la mirada con un brillo de esperanza en ellos y ve a su hermana sonreír con ternura, sonríe él también y la vuelve a abrazar. Ambos ríen.
 
–Gracias Akane.
 
Si, no se rendiría. Por ahí dicen que en la guerra y el amor todo se vale y no quiere ser un soldado caído, va luchar por conquistar el corazón de aquel joven que se robó el suyo.
 
Después de todo, es común que sin darte cuenta te comience a gustar tu mejor amigo.
 
Quiere a Koko, más que como un amigo. Se dio cuenta de ello hace poco. Le quiere de una manera especial.

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Hola!!! Hoy les traigo una week del Kokonui de tokyo revengers

Esto comenzaba ayer pero como la week la encontré ayer y no puede acabar ayer lo traigo hoy JAJJA

¡amo este ship! Y sip, comenzaré a escribir también para este fandom ^^

Eso es todo por hoy, bay.

Kokonui Week [2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora