La sala de espera está llena, al parecer su hijo no era el único en llegar hoy. Tiene la mochila del bebé, aplastada contra su pecho, sus padres y los de Jungwon estaban en camino. Antes de que metieran al castaño para la operación, el doctor prometió hacer todo lo posible para no complicar las cosas en cuestión de la marca que Jungwon no tenía.
–Heeseung, ¿Está todo bien?–su madre entra, tomada de la mano de Hiro. Ella se acerca y acaricia su cabello.
–Heeseung, mira como tres tus brazos–su padre los acaricia. Están rojos y llenos de marcas.
–Perdón.
–Esta bien–besa su cabeza y se sienta a su lado–. ¿Cómo está?
–No me han dicho nada.
–¿Lleva mucho ahí?
–Como una hora.
–No te preocupes, Heeseung– el Omega le acaricia la espalda con cariño–. Yo tampoco estaba marcado cuando te tuve y aquí estamos.
Si eso debería tranquilizar al alfa, entonces no lo hace. Los papás de Jungwon llegan unos pocos minutos después, luciendo felices y preocupados a la vez.
–Buenas tardes–dicen sentándose en las bancas de enfrente.
🍼🍼🍼
–Está bien y tranquilo. Al principio su ritmo cardíaco se aceleró pero logramos mantenerlo. El bebé está en revisión, en poco lo llevarán a una habitación–el doctor-beta- le informa–. El Omega está descansando, esperen un rato al horario de visitas para poder pasar.
–Okay, muchas gracias. ¿A qué hora es?
El doctor revisa su reloj.
–Oh, ahora. El tiempo se me pasó volando, solo llene unas con la enfermera de ahí.–apunta– y podrá pasar.
Heeseung va hasta ahí y me preguntan cosas sencillas su nombre que relación tiene con el paciente. Poco después ya lo están llevando con su Omega.
–¿Wonnie?–entra con cuidado.
Las luces están apagadas, solo ma lámpara a un lado de la camilla está prendida.
–Esta dormido aún–la enfermera habla susurrando–. No debe tardar en despertar.
Heeseung asiente y ella se va, cerrando la puerta con cuidado. Acerca sus pasos hasta llegar a Jungwon, acaricia sus cabellos suavemente, sonriendo. A pesar de estar dormido, luce cansado. El castaño comienza a reaccionar a alas caricias del alfa ronroneando y buscando más contacto.
–¿Hee?–su voz parce ronca y gastada.
–Hola, amor.
–¿Y nuestro bebé?
–Están revisándolo, pronto vendrá.
–¿Está mal?–se ve preocupado.
–No, está bien. No te preocupes.
–Quiero verlo.
–Yo también, Wonnie. Pero, ¿Cómo te sientes?
–Cansado, adolorido y con ganas de ver a mi bebé.
–¿Se puede?–la puerta se abre y la misma enfermera aparece, con un bulto amarillo entre sus brazos.
Ambos asienten. Heeseung ayuda a Jungwon a sentarse, con mucho cuidado. La mujer prende la luz, haciendo que todos cierren sus ojos por la claridad.
–Tambien odio eso focos.
–Esta muy chiquito–Jungwon recibe a su hijo, siendo acomodado entre sus brazos.
–Esta totalmente saludable. 58 centímetros, 7 libras. Su ritmo cardíaco está bien y... No parece tener problemas respiratorios. Como dije, saludable.
El alfa de Heeseung se hinca en su pecho, orgulloso de su cachorrito recién nacido.
–Espere un momento, iré a ver unas cosas y volveré con usted para que el bebé coma.
Ella sale algo apurada, pero siempre sonriente.
–No quiero que me veas hacerlo–Jungwon acaricia la piel de su hijo, mientras se sonroja y baja la cabeza.
–Pero yo quiero estar.
–No, Heeseung. Es vergonzoso.
–Para ti todo es vergonzoso.–Gruñe–. estarás alimentado a nuestro hijo, no le veo nada de vergüenza.
–pero-
–No saldré, Jungwon.
–No te vallas a burlar.
–¿Por qué lo haría?–se acerca a ellos, abrazándolos juntos–. ¿Estás feliz?
–Si. Mucho–recarga su castaña cabeza sobre le pecho del alfa–. ¿Y tú?
–Mas que nunca.
La mujer al parecer beta también, vuelve, lista para instruir a Jungwon sobre cómo alimentar a su Hijo.
En todos momento, Jungwon estuvo sonrojado, viendo de reojo que el alfa nunca le quitó la mirada de encima y también estuvo sonriendo. La beta le dijo al Omega como debería acomodar al bebé para que los dos estuviesen cómodos, el estuvo muy agradecido con eso, porque solo no hubiese podido. Cuando está listo, el mismo bebé comienza a olfatear y lloriquear, buscando algo para succionar.
–Ay–Jungwon se queja, cuando el recién nacido comienza a comer.
–¿Como el vamos a poner?–Heeseung pregunta horas después, cuando su hijo se encuentra dormido en una cuna del hospital a una lado de ella cama de Jungwon.
–Ugh. Es la parte difícil.
–Veamos... Papá me dijo algunos.
–A ver...
–Tiene cara de Woozi.
–Lo sé.
–Tristán, ¿Es un ángel?
–Mamá dijo, Mel.
–Es lindo, me gusta.
–Okey, queda bien.
Jungwon sonríe, complacido con el bonito nombre de su bebé. Su sonrisa se ve arruinada cuando los labios de su alfa se unen a los suyos.
–Cuando salgamos de aquí y estés recuperado–el ojinegro habla cerca de su oído–Te haré la marca más bonita.
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𝗩𝗲𝗻 𝗮𝗾𝘂í 𝘆 á𝗺𝗮𝗺𝗲.
Fanfiction𝗛𝗲𝗲𝗪𝗼𝗻/ A sus 19 años, Jungwon debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 1...