Secret |•Chrischel•|

CAPITULO VIII

«Esta parte que narrará es el mismo día que ella hablo con gema y salió de la habitación»

Liz.

Salgo de la habitación a buscar las personas que necesitó para llevar acabo mi plan.

Mañana será el día, mañana haré que toda la FEMF se entere de la clase de rata traicionera que es Rachel James.

Voy directo hacia la persona que se perfectamente que no se negara a ayudarme con esto y puedo tener la tranquilidad que no le dirá a nadie.

Voy hacia el a la sur de la central donde se organiza el periódico independientemente de las noticias de la FEMF, esto lo realiza cada central y solo incluye noticias internas.

Llegó y sonrió al ver que no me equivoqué y ella se encontraría aquí, es mi oportunidad, está sola y eso lo hace todo más fácil.

—Tatis— la llamo buscando su atención y enseguida dirige su vista había mi y sonríe.

—Oh, hola amor,¿Que hacés  por aquí?—me pregunta con extrañeza— aún no es mi hora de salida.

Deja de lado lo que estaba haciendo y se acerca buscando un beso que correspondo.

—Lo se, pero necesito ayuda con algo y solo tu puedes hacerlo—le digo—

Retrocede un poco para observar mi rostro con confusion, creo que es porque le resulta raro que yo le pida ayuda, sabe que me gusta ser autosuficiente y no depender de la ayuda de nadie.

—Claro, dime qué puedo hacer y encantada lo hare—responde con una pequeña sonrisa.

—Bien, lo que necesito es que publiques un artículo acerca de lo sucedido con Rachel James y casos internos—le digo— creo que ya es hora de que todos se vayan enterando  de que la teniente admirada por todos no es más que una rata traicionera que nos vendió a todos— la miro con firmeza y veo como intenta flaquear.

—Conejita, no puedo hacer eso—me dice —es algo muy peligroso, Rachel ya no puede pertenecer aquí pero su padre aún es general y no quiero problemas.

«otra que me viene con la misma mierda de que es hija de un general».

—¿Y eso que?—le digo— nadie se enteraran que fuiste tú—me acercó y le tomo la cara— podemos echarle la culpa a alguien más, tengo todo calculado.

—Pero s...—intenta decir pero la callo.

—Confia en mi—le digo— tengo todo calculado, no dejaré que te pase nada—continuo— aparte lo que tienes que hacer no es nada del otro mundo, es simplemente incluir en el periódico lo que pasó hace dos años con Rachel y casos internos.

Pasan varios segundos antes de suspiré ruidosamente.

—Esta bien— me dice con una sonrisa no muy segura alejándose de mi agarre— simplemente necesito las pruebas de que Rachel nos vendió con casos internos y las ingresaré en el periódico para pasado mañana.

Sonrió mientras le doy un casto beso.

—Tengo las pruebas en un USB— le digo—simplemente tengo que imprimirlos y ya.

—Esta bien— contesta— tráelo y yo lo hago aquí.

Le dedicó una sonrisa mientras me doy la vuelta para ir en busca del USB.

Lo encuentro y regreso corriendo a la oficina de tatis a entregarle el USB

Rachel perra James nunca debió volver a este comando y ahora le toca enfrentarse a las consecuencias de ello.