Capitulo 4: Resolución Temblorosa

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Más tarde, al día siguiente, con el sol poniéndose en un color naranja amable y reconfortante, Shirou se sentó solo en su habitación. Sella estaba ocupado bajando las escaleras con la comida, el aroma ascendía hasta hacerle cosquillas en la nariz al pelirrojo, mientras que los espectáculos de Leys llegaban a sus oídos incluso a través de la puerta cerrada.

Aunque a él no le importaba eso. Era... reconfortante que hubiera algún tipo de ruido que pudiera percibir, en el silencio que se había fabricado en los últimos días.

El chico se encorvó en su asiento con el brazo izquierdo sobre el regazo, inerte. Su mano buena trabajaba en su computadora, los dedos movían el mouse mientras navegaba de un sitio a otro. Los ojos de Shirou no comprendieron la mayor parte de lo que vio, las páginas blancas se mezclaron como un collage profano.

"Uf..." Gimió para sí mismo, limpiándose la frente y parpadeando por los rayos invasivos del sol moribundo, "¿qué está pasando conmigo?"

La mano derecha de Shirou se alzó y se retorció en la manga de su brazo aún entumecido. Sus ojos recorrieron de arriba abajo la rama, moviendo los dedos como los de un titiritero.

Sus dedos se curvaron en su manga aún más mientras se mordía el labio.

Estaba curado, estaba todo mejor y podía moverlo... en su mayoría. Entonces, ¿por qué solo mirar la extremidad y pensar en ella llenó al niño de una especie de miedo primario?

Un pensamiento oscuro lo asaltó ¿Estaba... relacionado con la Tarjeta?

Cerró la tapa de esa línea de pensamiento: las imágenes y los sentimientos viscerales vinculados a ese recuerdo de dolor eran demasiado frescos y demasiado vívidos.

Shirou los empujó hacia abajo y continuó con su búsqueda sin sentido típica de un estudiante de secundaria. Ni siquiera pensó en tocar su manga o libros; Internet era una forma mucho más atractiva de distraerse a medida que pasaba el día.

Sin embargo, pronto, a través de la colección de páginas, comenzó a pensar en algo, o más bien, comenzó a sentir curiosidad por algo. Sus ojos se enfocaron después de años de estar en blanco, su corazón reavivado por su repentino deseo. El sonido de un martillo contra el metal le llegó de nuevo, mucho más vívido que en la escuela.

"Huh..." Shirou reflexionó sobre el pensamiento, rascándose la cara. "Bueno, no estaría de más buscarlo".

A paso de tortuga, sus búsquedas se volvieron mucho más precisas y dirigidas, y pronto estaba en sitios y páginas dedicadas a un tema en particular. Abriendo pestañas, la ceja del chico se levantó mientras miraba toda la información que podía obtener sobre la falsificación.

"¿Por qué estoy haciendo esto?" se preguntó a sí mismo, la única persona en la que podía confiar sus experiencias. "Es estúpido..."

Fue estúpido buscar un procedimiento tan complicado, pero lo hizo. Ni siquiera era práctico, pero lo asaltó una completa curiosidad por averiguar lo que pudiera. Era el nicho que uno podía conseguir, pero en ese momento eterno parecía... correcto, en cierto modo.

Tal vez fue por la pelea con Lancer. Shirou se estremeció incluso ahora por el recuerdo de ese combate a muerte, las manos temblando incontrolablemente. Lo que había hecho, no, lo que la tarjeta le había permitido hacer, había sido simplemente increíble.

Se había sentido poderoso , sacando esas espadas de la nada en una nube de chispas y humo. Incluso si se sentía como una ilusión, era real de una forma u otra. Y con el nivel de fuerza en ese momento, había matado a Lancer. Se salvó incluso de un destino sangriento.

En busca de un único idealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora