Murmullos del alma ©

Agradecimientos.

La verdad, no quiero darle las gracias a mi familia porque creyeron en mí, eso ya sería mentira. Tampoco quiero decirle gracias a aquellos que llamaba amigos cuando escribí esto, porque ellos ya no están. Si le daré las gracias a alguien en especial, será a mis escritores favoritos, por inspirarme, a mis cantantes favoritos, por acompañarme mediante sus canciones mientras escribía; y a las personas que leen esto, por hacerme saber que lo que escribo les transmite lo que siento.

Sería egoísta de mi parte no dar agradecimientos a las personas que me provocaron tal daño que tuve que desahogarme mediante versos... gracias G, por romperme el corazón y darme mil y un razones para no ser como tú. Gracias S, por hacer que me diera cuenta de qué merecía y qué no, por hacer que madurara un pelín, y por hacerme saber que el amor real sí existe, pero que no necesariamente para siempre. Y, por último, gracias a las personas que provocaron inseguridades en mí, por el daño emocional que me hicieron estoy aquí, teniendo el suficiente valor de compartir mis poemas con el mundo, por ese daño estoy escribiendo esto y a la vez me doy cuenta de lo mucho que he avanzado al alejarme de ustedes.

Se despide entonces,
una persona que,
al principio,
no sabía nada,
ni amar
ni llorar
ni avanzar
y que ahora,
lo entiende todo,
entiende por qué se ama,
por qué se llora
y por qué se avanza,
porque lo vivió,
y quizás lo viva nuevamente,
y tal vez lo viva quién lea esto,
pero para entonces,
ya habrá aprendido mucho más.

Un adiós no es suficiente,
pronto mi adiós,
un nuevo hola será.